La explican desde unir.net, «La teoría postula que cuando nos relacionamos con personas con defectos similares, estos nos molestan porque actúan como un espejo. Igual que no nos gusta ver en el espejo que estamos mal peinados tampoco queremos reconocer que esa persona antipática, quizás, se nos parezca. Lo que nos desagrada de los demás es aquello que no nos gusta de nosotros».
Un ejemplo sería alguien que solo hace amistades con las que no se siente valorado y tiende a pensar que tiene mala suerte en eses sentido, sin embargo, aplicando esta ‘teoría del espejo’ en psicología probablemente se trate de algo muy diferente, «está siguiendo un patrón y son un reflejo de su baja autoestima».
Además al comprender las emociones de otros se fortalece la conexión emocional y esto a su vez mejora las relaciones interpersonales, desarrollamos de la empatía y mejora la comunicación, ya que estaremos más receptivos a las señales emocionales a las que responderemos de una manera más adecuada.
Este ‘efecto espejo’ de la psicología nos permitirá observar nuestras inseguridades más intrínsecas. «A través de la actitud de los demás podremos ver qué es lo que puede fallar en nosotros e intentar solventarlo trabajando nuestro interior», explican desde la web mundopsicologos.com.
Pero el ‘efecto espejo’ también tiene que ver con buscar personas similares a nosotros mismos probablemente por un intetno de comprendernos y esto tiene una parte negativa, identificarnos demasiado con las emociones de otros puede hacer que las absorbamos demasiado y descuidemos nuestras necesidades emocionales. Por último buscar similitudes en los demás puede limitar la diversidad en nuestras relaciones y a su vez hacernos perder la oportunidad de aprender y crecer exponiéndonos a perspectivas distintas.
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