A todo ello hay que unirle los cambios en la rutina de sueño y como estas afectan a nuestro estado físico y psicológico. Si dormimos menos, aumenta el cansancio y la irritabilidad y disminuye la capacidad para concentrarse. Y con un bebé recién nacido, lo de dormir ocho horas seguidas se acabó.
La psicóloga Lara Ferreiro se refiere además en 20Minutos de cambios hormonales tras la paternidad: «como una disminución en los niveles de testosterona y un aumento de las hormonas relacionadas con el cuidado y la empatía, como la oxitocina», algo que también puede influir en el estado de ánimo.
Ferreiro habla además de los cambios en la relación de pareja, como la falta de comunicación, la menor intimidad física y emocional y el aumento de las tensiones diarias, factores que pueden afectar a la salud mental de los dos. Además, durante este periodo tras el nacimiento del bebé, muchos padres se sitúan en un segundo plano con respecto a la madre y al niño porque consideran que ese es su lugar y esto también puede tener un efecto nocivo para ellos. Ante esta situación el padre se siente abrumado, explican desde Público y con «emociones contradictorias que afloran en las primeras semanas tras el parto».
Entre los síntomas que pueden experimentar en esa situación y que pueden estar hablando de depresión, están el aumento de la irritabilidad, el retraimiento social, la fatiga extrema y los problemas para dormir…además del hambre exagerada o la pérdida de apetito, explican desde 20Minutos.
Para revertir esos síntomas y tratar la depresión postparto el autocuidado es esencial, pero en muchos casos la terapia también lo es. Esto es lo que se deduce de un nuevo estudio del Centro de Adicciones y Salud Mental (CAMH) de Canadá, que ha descubierto la eficacia de una técnica psicológica destinada a superar los síntomas de la depresión y, además, a mejorar la habilidad parental en cuanto a los cuidados y responsabilidades de la crianza, explican desde el mismo medio.
Los resultados del estudio, que consistió en doce sesiones grupales llevadas a cabo por psicólogos, médicos y enfermeros, que combinaban terapia cognitivo-conductual, para ayudar a estos hombres con depresión postparto a controlar sus síntomas de depresión, demostraron que la salud mental de estos mejoraba en un 70 por ciento en cuatro meses, además de mejorar el desarrollo psicosocial de los niños, con lo cual la mejoría en las relaciones familiares era también patente con una reducción de las discusiones fuertes.
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