Es uno de los temas que compusieron el álbum ‘Palabras del silencio’ del puertorriqueño, y aunque pueda parecer que su letra es demasiado melancólica, la riqueza musical que esconde gracias a todos sus instrumentos hará que se convierta en una de las bandas sonoras de tu otoño.
«Hoy llueve por dentro, en mí, en mí, atravieso el cielo por ti, se inunda el corazón mientras te pienso, cuando tú no estás llueve por dentro. No es imposible amarte lejos, tan lejos, pero siento que muero si no te tengo».
Es una canción que narra la historia de enamoramiento de su protagonista y pertenece al segundo disco de estudio del madrileño, publicado en 1997 cuando el artista tenía únicamente 22 años.
«Lluvia cae lentamente sobre mí, qué más da si contigo estoy feliz. Ay, ay, ay, ay, ay, me estoy enamorando, lluvia cae lentamente sobre mí, es igual tengo ganas de reír, ay, ay, ay, ay, ay, me estoy enamorando».
Se incluyó en la edición extendida del primer álbum de la malagueña, que bajo el título ‘Agua’ fue su carta de presentación al panorama musical. En ella habla sobre lo difícil que es olvidar a la persona de la que estás enamorado.
El malagueño compuso esta canción para su primer disco, ‘Once historias y un piano’ y en ella cuenta la historia de una pareja que va perdiendo la magia con una metáfora de las gotas de agua que se deslizan por una ventana cuando llueve.
«Volverá a despertarse el día, contigo sin ti, perdona que me ría pero es la verdad, gira el mundo así, somos lluvia en el cristal. Unos ganan, otros pierden pero nada es tan fuerte para robarme las ganas de soltar amor por la ventana».
Habla sobre el bien que podemos hacer a los demás con nuestro cuidado y nuestro cariño, comparándolo con lo necesario que es el agua para las flores. Pertenece al disco que el estadounidense publicó en 2013 bajo el título ‘3.0’.
«Aquella flor de pétalos dormidos a la que cuido hoy con todo el alma recuperó el color que había perdido porque encontró un cuidador que la regara. Le fui poniendo un poquito de amor, la fui abrigando en mi alma y en el invierno le daba calor para que no se dañara».
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