El apodo «Loquillo» se originó en una anécdota de lo más curiosa. Durante su adolescencia, José María Sanz era un apasionado del deporte y un entusiasta del estilo estadounidense, tanto que tenía una chaqueta beisbolera con un gran bordado del Pájaro Loco en la espalda. Este detalle no pasó desapercibido entre sus amigos, quienes comenzaron a llamarlo «pájaro» y «loco». Pero el nombre que lo acompañaría para siempre surgió durante un partido de baloncesto con nada menos que Antonio San Epifanio, más conocido como Epi, una leyenda del baloncesto español. En una jugada desafortunada, José María terminó en el suelo después de recibir un pase de Epi. Al ayudarlo a levantarse, Epi le soltó una frase que cambiaría su vida: «Tú más que loco, eres un loquillo». Y así, sin más, nació el nombre que se convertiría en sinónimo de rock and roll en España.
Loquillo no solo adoptó el nombre, sino que lo llevó con orgullo a lo largo de su carrera, primero con Los Intocables y, posteriormente, con la legendaria banda Los Trogloditas. Lo que pocos saben es que cuando empezó en el mundo de la música, no sabía ni componer, ni cantar, ni tocar un instrumento. Sin embargo, su determinación fue más fuerte que cualquier obstáculo, y aunque era consciente de sus limitaciones, decidió seguir adelante, forjando su propio camino en la escena musical.
Según Felipe Cabrerizo, autor de la biografía oficial de Loquillo, el músico es un personaje «arrollador». Su día a día no es menos impresionante; detrás de la estrella de rock hay una maquinaria que funciona a pleno rendimiento. Loquillo no es solo un nombre, es una marca que mueve a un equipo entero, un engranaje que nunca se detiene y que ha sido clave para mantener su relevancia en la música durante décadas.
Al principio, Loquillo se negó ante la idea de participar en su biografía, pero al leer el primer borrador del libro, comprendió que se trataba de un proyecto serio. Cabrerizo cuenta que, una vez que el músico entendió la intención detrás del trabajo, decidió colaborar estrechamente, lo que resultó en una obra que captura la esencia del hombre detrás del mito. Hoy, Loquillo está más que satisfecho con el resultado, sabiendo que su historia, desde sus humildes comienzos hasta su consolidación como leyenda, está en buenas manos.
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