Al igual que la ropa o el peinado, los tatuajes son una profunda forma de expresión de las personas, quienes deciden llevar un recuerdo grabado en la piel hasta el final de los días. Pueden simbolizar las experiencias vividas, recuerdos inolvidables o ser puramente estéticos, pero todos consiguen aportar algo diferente a la personalidad de quien los luce con orgullo. Es el caso de algunos de nuestros artistas como Antonio Orozco, Vanesa Martín o Melendi, que en muchas ocasiones nos han permitido ver de cerca las vivencias en su piel.
Vanesa Martín prefiere creaciones minimalistas
La cantante de ‘Te has perdido quién soy’, confesó en una de sus visitas al estudio de tatuajes y de manera poética: «Recordar es vivir. Allá de donde quieres llevarte algún para siempre. Sea aprendido o sudado».
La cantautora opta por creaciones de línea fina y palabras cortas para rellenar su antebrazo derecho, en el que luce, en estilo lineal, la parte baja del rostro de una mujer junto a la palabra «love», que simboliza el amor que Vanesa pone en cada cosa que hace.
Melendi, el lienzo humano
En el otro lado de la balanza tenemos al cantante de ‘Cenizas en la eternidad’, a quien le es inevitable esconder sus tatuajes debido a la gran cantidad que tiene, desde las manos hasta el cuello, tal y como deja comprobar en muchas de sus publicaciones.
Si indagamos un poco entre los dibujos, podemos comprobar que lleva escritos los nombres de sus hijos y el de su abuela, con la que el artista tenía una relación muy especial.
Antonio Orozco, el cuerpo de los recuerdos
El cantante de ‘Entre sobras y sobras me faltas’ lleva tatuados en su piel los recuerdos que más le han marcado a lo largo de la vida, desde memorias de su hijo o su padre, hasta un recordatorio para llamar a su madre más a menudo, tal y como ha confesado en alguna ocasión.
Entre la pigmentación artificial de su piel también hay hueco para Xavi, la persona que en sus comienzos supo sacar a relucir el talento del catalán y que tristemente falleció hace unos años.
Pablo López, todo al rojo
El pianista continúa la travesía de rellenar sus brazos a base de tinta roja y negra, con la que ha creado estrellas, números e incluso una matrícula de coche y una falsa pulsera recreada con una banda rojiza alrededor de toda la muñeca. Él define los tatuajes de la siguiente manera: «Ayer se convirtió en hoy, y hoy para toda la vida…»
El artista se ha atrevido hasta a tatuarse el colibrí que es la imagen de todos sus últimos sencillos, estrenando una nueva gama cromática en su cuerpo para reflejar, al completo, la portada de su canción ‘Quasi’.
