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Dani Fernández desvela su canción más cruda de escribir: ¿Qué hay detrás de ella?

El cantante publicaba una versión a piano en sus redes

Las letras de Dani Fernández no son remueven emociones a sus fans. El cantante revelaba este martes, 17 de diciembre, cuál ha sido la canción más cruda de escribir para él. Lo hacía a través de su último vídeo publicado, en el que interpretaba, a piano, este mismo tema.

El artista lanzaba su último álbum La Jauría el pasado 25 de octubre. Este nuevo disco ofrecía doce canciones llenas de sentimiento que conseguían cautivar a todos sus fans. Lejos de quedarse ahí, lograba llegar hasta lo más alto con temas como Todo cambia o Me has invitado a bailar, con las que ha alcanzado el Disco de Platino.

No solo eso, si no que en este disco el cantante también ha confesado que se encuentra una canción muy reveladora, incluso más de lo que cualquiera pudiera imaginar. Se trata de su canción Competir, la cual ha descrito como la canción más cruda o difícil de escribir.

La canción más cruda de escribir para Dani Fernández

Escondida entre los grandes éxitos de su último proyecto musical se encuentra Competir. Una de las canciones más reveladoras y duras de escribir para el artista. Así lo ha confesado el mismo al publicar una versión de ésta acompañado del piano.

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Con este tema el cantante ponía en valor una reflexión muy nostálgica. Y es que la canción parece ir dedicada hacia una relación pasada con la que disfrutaba de un sentimiento, el cual no perduró. Con su letra, declara extrañar un sentimiento provocado por una competencia sana que lejos de ser dañina, le impulsaba a sacar su mejor versión.

«He recaído en la ilusión
De ver que vamos a mejor
Y no te veo conquistando
La misma nación que yo»

Competir es un claro anhelo hacia una relación que ya no es lo que era. Es toda una oda la dificultad que supone para muchos poner fin a una relación que , por mucho que en su día fuera idílica, ahora solo sobrevive gracias al recuerdo de lo que fue. «¿Cuánto más vas a estirar ese recuerdo?«, escribía el artista. Además usaba la metáfora de comerse mutuamente con las manos, refiriéndose a un pasado, para eludir a un sentimiento de pasión, del cual ahora solo continúan sus ‘restos’, con los que se están conformando.