Crema solar para no quemarse

¡Cuidado! Estas son las tres zonas del cuerpo con más tendencia a quemarse

El cáncer de piel en estas áreas es más común de lo que uno cree

Lola Rabal

Con la llegada del verano, es natural que muchas personas se apresuren a disfrutar del sol. Sin embargo, la protección solar adecuada es esencial para evitar daños en la piel al quemarse causados por los rayos ultravioleta.

Aunque comúnmente se aplica crema solar en el rostro y los brazos, hay áreas críticas del cuerpo que a menudo se pasan por alto.

 

Crema solar para no quemarse
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A continuación, te mostramos tres zonas que no debes olvidar proteger y que son más vulnerables de lo que crees:

Orejas

Muchas personas creen que sus orejas están protegidas por el cabello o un sombrero, pero este no siempre es el caso. Según los dermatólogos, el cáncer de piel en esta área es más común de lo que se piensa. Por lo tanto, es vital aplicar protector solar en las orejas cada vez que se salga al sol. Es importante cubrir tanto la parte delantera como la trasera para una protección completa.

Pies

Los pies son otra área frecuentemente olvidada. A pesar de que pueden estar expuestos al sol durante largos períodos, especialmente cuando usamos sandalias o estamos en la playa, a menudo no reciben la protección necesaria. Es crucial prestar especial atención a la planta de los pies, el empeine y los espacios entre los dedos, ya que son áreas particularmente vulnerables.

Cómo echar el protector solar
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Debajo de los tirantes del bikini

La zona debajo de los tirantes del bikini también es de riesgo. No importa cuán ajustado esté el bikini, los movimientos, el agua y el sudor pueden hacer que se desplacen, dejando la piel desprotegida. Es fundamental aplicar crema solar antes de ponerse esta prenda y repetir el proceso cada dos horas, o después de cada baño, para mantener la protección.

La aplicación adecuada del protector solar es tan importante como la selección del producto adecuado. Se recomienda elegir un protector solar de amplio espectro que proteja contra los rayos UVA y UVB, con un Factor de Protección Solar (FPS) de al menos 30. El cáncer de piel es uno de los más comunes y, afortunadamente, uno de los más prevenibles. La clave está en no olvidar ninguna parte de nuestro cuerpo a la hora de protegernos del sol. Recuerda, cuando se trata de protección solar, «más es siempre mejor».

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