Decimos cartón, ¿pero es realmente cartón?, pues la denominación no es del todo correcta, ya que este tipo de envoltorios, «contienen microplásticos que en contacto con el calor se activan y migran al producto en cuestión», explican desde 20Minutos y añaden que podemos evitar el impacto de estos tóxicos, que son disruptores endocrinos, que son «sustancias químicas capaces de imitar la acción de nuestras hormonas naturales. También pueden bloquear los receptores hormonales de las células, de forma que impiden la acción normal de las hormonas», explican desde la web del Instituto de Salud Global de Barcelona.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) insiste mucho en vigilar la presencia de estas sustancias y ha alertado del riesgo que suponen para nuestra salud.
Desde la Sociedad Española de Médicos de Familia y Comunitaria (Semfyc), explican que los cinco disruptores endocrinos más frecuentes son: Bisfenol A (BPA), parabenos, ftalatos, benzofenona-3 (oxibenzona) y triclosán (TCS) y matizan que el BPA y los ftalatos son los que pueden entrar en contacto más fácilmente con la cadena alimentaria.
Aunque todavía se desconoce la totalidad de los efectos sobre la salud de la mayor parte de estos compuestos tóxicos, «Varios estudios en animales y en humanos los han asociado al aumento de ciertos tipos de cáncer, obesidad, infertilidad, diabetes, síndrome metabólico, asma y problemas de neurodesarrollo», explican desde isglobal.org
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