Este lunes en la nueva entrega del programa de Televisión Española los concursantes se enfrentaron a dos pruebas: en la primera debían preparar un surtido de pastas formadas por 12 conchas, 10 rosetas de pistacho, 12 palitos de chocolate y 10 moscovitas. En esta Blas Cantó no logró brillar como en otras ocasiones, si bien se puso las pilas para la segunda, que consistía en elaborar una tarta con merengue italiano en la que la decoración era fundamental: debía tener mucho color y brillo.
En otras ocasiones al artista murciano se le ha aplaudido por la decoración de sus postres, uno de sus puntos más fuerte. Y si bien esta vez no consiguió el resultado esperado, este se lo ha tomado con humor. En sus redes hacía una comparación entre la idea de la que partía y el resultado final. ¡Un ‘Lo que pides por Internet vs. Lo que te llega’ en toda regla!
Tal y como el artista mostraba, su idea había sido hacer una tarta con un dibujo espacial de tonos oscuros, azules y rosas. Pero el merengue no se lo estaba poniendo fácil, y este terminó mezclando todos los colores alrededor del bizcocho, de manera que sí se cumplía con la petición de una decoración colorida, pero estaba lejos de ser la idea que Blas Cantó tenía en la cabeza. «Lo que quería hacer. Lo que hice«, escribía este entre risas junto a ambas tardas.
En Bake Off el artista no solo demuestra su talento para la repostería, sino también a la hora de manejarse ante las cámaras de televisión. El próximo 14 de marzo el artista se enfrenta a un nuevo reto, el de presentar la entrega de Premios Dial Tenerife, tarea en la que le acompañarán Edurne y nuestra compañera Carmen Ramírez.
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