«A menudo los hijos se nos parecen y así nos dan la primera satisfacción«, canta Joan Manuel Serrat en Esos locos bajitos. Muchos papás con hijos biológicos sentirán estas palabras muy de cerca, pues cuando los pequeños van creciendo no solo comenzamos a reconocer en ellos la herencia que les hemos dejado en el carácter o la personalidad, sino también a nivel físico. Seguramente tengas grandes ejemplos cerca. Hoy desde cadenadial.com lo vamos a ver a través de algunos de nuestros artistas.
Alejandro Sanz, Pastora Soler o Carlos Baute no tienen hijos, ¡sino clones! Son sus genes tan poderosos que sus pequeños (en algunos casos son hasta cuatro) tienen una fisonomía muy similar al del artista en cuestión. Vamos, que si no supiéramos que son sus hijos, podríamos deducirlo fácilmente.
El artista venezolano tiene cuatro hijos, y los cuatro se parecen muchísimo a él. De hecho, recientemente las redes bromeaban al respecto. «Carlos Baute no tiene pene, tiene una impresora 3D«, escribía el humorista Santi Liébana a través de su cuenta de X (antes Twitter) junto a una foto de la familia al completo de Carlos Baute y su mujer, Astrid Klisans.
Tan recurrente debe ser el comentario de lo mucho que se parecen sus hijos a él que hasta con su hijo mayor ha bromeado al respecto en redes sociales. Mira:
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El de Corazón Partío también tiene cuatro hijos, ¡y los cuatro son copias maravillosas de su papá! Manuela, fruto de la relación del artista con Jaydy Michel, tiene unos rasgos que recuerdan mucho a su progenitor. Lo mismo ocurre con Álex, el segundo más mayor, y con los dos pequeños, Dylan y Alma. Vamos, ¡que los genes de Alejandro Sanz son potentes!
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La artista es mamá de dos preciosuras: Estrella y Vega. A ellas les dedicaba su último Premio Dial, y es que junto con su marido son el motor de su vida. Las pequeñas, además, tienen mucho de ella, pues además de ser sus hijas, ¡guardan un gran parecido a su mamá!
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El pasado mes de febrero los hijos de Jennifer López y Marc Anthony cumplieron nada más y nada menos que 16 años. Son mellizos y, si bien Emme nos recuerda a una jovencísima JLo, Max es una gran copia de su papá.
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A medida que crece lo hace también el parecido de los jóvenes a sus padres artistas. ¿Seguirán sus mismos pasos en la música? Quizá es pronto aún para deducirlo.
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