Con la llegada del estío, pasamos más tiempo al aire libre: frecuentamos las terrazas de los bares, hacemos excursiones o nos vamos de vacaciones. Esto incrementa nuestra exposición a las potenciales picaduras de insectos en verano.
Aunque los insectos están presentes durante todo el año, es en esta temporada cuando más picaduras se producen. A menudo desconocemos qué tipo de insecto nos ha picado, por lo que es crucial identificar la picadura para actuar adecuadamente. Aquí te explicamos las picaduras de insectos más habituales en verano y cómo tratarlas.
Existen dos grupos principales de insectos que causan la mayoría de las picaduras en verano. En primer lugar, están los insectos parásitos o chupadores, como los mosquitos, tábanos y pulgas. Estos insectos pican a los humanos con el fin de alimentarse. En segundo lugar, encontramos los insectos picadores o venenosos, que utilizan su picadura como mecanismo de defensa o por instinto. En este grupo están las abejas, avispas, arañas y escorpiones.
Respuestas del organismo ante una picadura
Cada persona puede reaccionar de manera diferente a una picadura de insecto. Las respuestas más frecuentes son:
Reacción local intensa: es la más común. Provoca hinchazón, picor y enrojecimiento en la zona afectada.
Reacción anafiláctica: afecta a personas alérgicas a ciertas picaduras. Los síntomas incluyen urticaria generalizada, inflamación del rostro y cuello, y dificultad para respirar. Aparecen en los primeros 15 minutos y pueden ser graves.
Reacción tóxica: ocurre cuando hay múltiples picaduras o estas se concentran en una misma zona, especialmente en cuello o cabeza. Más de 40 picaduras de mosquitos o 12 de abejas pueden causar náuseas, vómitos o diarrea.
Picaduras frecuentes y su tratamiento
Picaduras de Mosquito: los mosquitos aparecen principalmente con el buen tiempo, picando sobre todo al anochecer y al amanecer. Las hembras son las responsables, inyectando una sustancia anticoagulante que provoca picor y ronchas. Para tratar una picadura leve, lava la zona con agua y jabón, y aplica una compresa húmeda por 20 minutos. Para reacciones más graves, usa una loción de calamina o crema con hidrocortisona, y toma un analgésico si es necesario.
Picaduras de Pulga: las picaduras de pulga suelen aparecer en líneas o grupos, siendo más pequeñas pero más molestas que las de mosquito. Lava la zona con agua y jabón, y aplica una compresa húmeda. Si el picor es intenso, utiliza una loción de calamina o crema con hidrocortisona. Evita rascarte para prevenir infecciones.
Picaduras de Abeja o Avispa: las abejas pican una vez, dejando el aguijón, mientras que las avispas pueden picar varias veces sin dejarlo. Limpia la zona con agua y jabón, y retira el aguijón si está presente. Para aliviar el dolor, aplica calor local, una crema con cortisona y un tratamiento anestésico de venta libre.
Consejos para prevenir picaduras
Para minimizar el riesgo de picaduras de insectos en verano, sigue estos consejos:
Evita comer al aire libre cerca de árboles frutales.
Usa repelentes de insectos en forma de pulsera o aerosol, especialmente en niños mayores de seis meses y personas propensas a picaduras.
Realiza movimientos lentos cerca de abejas o avispas para evitar su mecanismo de defensa.
No camines descalzo por la naturaleza.
Evita perfumes o lociones fuertes que atraen a los insectos.
Viste prendas de colores neutros que cubran la piel tanto como sea posible.
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¡Toma nota! Si eres alérgico severo a las picaduras, lleva siempre un antihistamínico o adrenalina y busca atención médica si la hinchazón empeora o te sientes mal después de una picadura.