Para conocer el origen del término Madrid hay que ayudarnos de la toponimia que es la rama de la onomástica que estudia el origen de los nombres propios de un lugar, así como el significado de sus étimos.
La palabra Madrid es un topónimo antiguo que tiene mucha historia detrás, lo que significa que hay varias teorías sobre la procedencia de este nombre que puede proceder del árabe o del latín.
Una de las teorías que más se barajan sobre la procedencia del término que da nombre a la capital está relacionada con el agua. De ser cierta, la palabra vendría derivada del latín. Y es que la historia cuenta que los primeros ciudadanos de la localidad construyeron canalizaciones para regar sus huertos.
Madrid podría derivar de la lengua romance Matrich que significa ‘matriz’ y que podría tener el significado como matriz de aguas o manantial. A su vez, la evolución de este término pasaría del latín ‘Matric(em)’ a ‘Matrit’ y terminaría convirtiéndose en ‘Madrid’.
Por lo tanto, la historia a la que está enlazada Madrid podría estar vinculada a la abundancia de aguas subterráneas. Incluso se puede encontrar escrito en uno de los blasones más antiguos de la capital lo siguiente: «Fui sobre agua edificada, mis muros de fuego son, esta es mi insignia y blasón».
Por otro lado, existe la teoría de que el nombre de la ciudad viene del árabe, más concretamente del término Mayra. Este vocablo significa «conducciones» o «canalizaciones de agua» y es que Madrid sería la fusión de un sustantivo árabe (ma^yra) junto a un sufijo de origen romano, «etum» que significa «abundancia de».
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