El experto se refiere en concreto a el factor de protección solar ultravioleta, que es la que nos lesiona ya que puede afectar al cristalino y a la mácula del ojo, que acaba perdiendo su efecto, explican desde telecinco.es.
«En las gafas de sol, el factor de protección ultravioleta va de 0 a 4 grados de protección, y cuanto más alta, mayor será la protección. Este factor es el que es más importante a la hora de decantarse por unas gafas de sol u otras y el empleo que vayamos a darles. Si vamos a estar en el barco mucho tiempo, y hay mucha radiación solar, conviene el factor 4, pero si vamos por la calle, en España, con unfactor 2-3 para el uso diario es suficiente», explica.
García Delpech destierra además un mito muy extendido, el de que las gafas de sol cuanto más oscuras sean, más nos protegen. Y explica que si las gafas tienen alguna rayadura pueden estar perdiendo, justo en ese punto su eficacia y protección.
Respecto a ‘la caducidad’ de las gafas de sol, el oftalmólogo explica que «depende mucho de cada gafa y del uso que se les dé» y alude a las revisiones oftalmológicas anuales, en el caso de los adultos y cada seis meses en el caso de los niños, además de la revisión de las gafas, como la mejor forma de determinar esa ‘caducidad’. Aunque matiza que suele estar en los tres o cuatro años de uso.
El médico da algunas pautas fundamentales para el cuidado de nuestras gafas de sol, la primera guardarlas en una funda, mejor si es dura, además de:
El experto insiste en que cuidar las gafas y la vista, se trata de un tema oftalmológico y médico ya que: «El ojo es una proyección del sistema nervioso central. Está directamente conectado con el cerebro a través del nervio óptico. Entonces, el tener las gafas mal puede ocasionar dolor de cabeza, por ejemplo, por esa asociación directa. Cuidar tu vista es muy importante porque el ojo está relacionado directamente con el sistema nervioso central».
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