Entenderles, motivarles y respetar sus tiempos: Consejos de pediatría para que tu niño duerma solo

El proceso debe adaptarse a cada pequeño

Ana Más

Estás plácidamente dormido y de pronto notas que alguien a tu lado dice ‘mamá’ o ‘papá’, en cuestión de segundos tu niño o niña está en vuestra cama y la noche ya no es lo mismo. Si te suena esta situación, lo que vamos a contarte hoy te interesa y mucho. Hoy hablamos de cómo conseguir que tu niño duerma solo.

El pediatra Carlos González, ha compartido en su podcast algunas estrategias basadas en el respeto y la empatía para ayudar a las familias a afrontar esta cuestión. Y es que aunque a los tres años, muchos niños ya están preparados para dar el paso a dormir solos, este proceso debe adaptarse a las necesidasdes de cada pequeño, explica y además debe ser respetuoso.

Para ello lo primero es motivarles de forma positiva, haciéndoles partícipes del cambio y para ello, sugiere explicarles que ahora ya son mayores y van a tener su propia cama y señala la importancia de que elijan sus propias sábanas, mantas y edredones con sus personajes favoritos, ya que esto les ayuda a «sentirse emocionados y responsables, convirtiendo el cambio en una experiencia agradable», explican desde La Vanguardia.

Conseguir que tu niño duerma solo si, pero sin presión

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Evitar la presión: un punto fundamental. «Los niños, como los adultos, no responden bien bajo presión«, subraya González. Según el pediatra, imponer horarios o métodos estrictos puede generar rechazo y ansiedad en el pequeño. En su lugar, recomienda opciones respetuosas y empáticas que prioricen el entendimiento de las emociones del niño y fomenten su independencia de manera natural.

Lo siguiente es transmitirles seguridad, para ello hay que dejarles claro que siempre van a tener un refugio si lo necesitan y que si alguna noche quieren venir a la cama de papá y mamá, pueden hacerlo. Aunque deben hacerlo en silencio y pasando antes por el baño, explica y añade que «Esta flexibilidad, lejos de ser contraproducente, refuerza el vínculo familiar y da al niño confianza en el proceso«.

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