Marcé, que además es autora del libro ‘Nutre tu menopausia (Alienta Editorial)’ explica en este sentido que, «Dependiendo del horario y de la luz (que regula nuestros relojes biológicos), tendremos más o menos resistencia a la insulina«. La experta se refiere también al cortisol, la hormona del estrés, de la que explica que por la mañana al levantarnos aumentan sus niveles, para ayudarnos a despertar y desarrollar el nivel de energía que necesitamos para nuestro día a día.
Pero este aumento de cortisol debe ser un proceso natural y si tomamos cafeína o desayunamos nada más levantarnos, lo que estamos haciendo es evitar que esto ocurra. Por ello recomienda en esos primeros minutos del día, tomar agua, infusiones sin teína ni edulcorantes o leche, además de meditar o moverte y por supuesto nada de mirar el móvil nada más levantarnos ya que esto puede causar un pico de cortisol.
También es importante para nuestro bienestar cuándo nos tomamos el último café del día. Según una investigación realizada por The Guardian sobre la cafeína, debemos tomarnos nuestra última taza de café, como mínimo, seis horas antes de irnos a dormir. Y es que este es el tiempo que la cafeína permanece en nuestro organismo después de consumirla y por eso debemos darle tiempo al organismo de eliminarla por completo antes de irnos a dormir.
Respecto al desayuno perfecto Marcé explica que tiene que tener proteínas, grasas y fibra, ya que además de proporcionarnos muchos nutrientes, nos saciará durante más tiempo por la mañana, evitando así que piquemos cosas poco saludables, «nos reducirá el pico de glucosa y mantendrá los niveles de energía y atención mucho más estables», matiza.