No obstante, el cerebro es uno de los órganos de nuestro cuerpo al que más le pasa factura el paso del tiempo. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el Alzheimer es una de las enfermedades más comunes y se prevé que en 2050 afecte a 132 millones de personas. De ahí que muchas personas intenten prevenir su desarrollo.
Cada vez son más las teorías que existen para prevenir la llegada del Alzheimer: dos tazas de café al día, una vitamina y recurrir a la canela, entre otras. Sin embargo, ahora han sido algunas de las investigaciones en relación con el Alzheimer las que han hablado de un alimento para prevenir su desarrollo.
La ciencia apunta a que la remolacha es una fuente de fibra, potasio y folatos. Entre sus principales propiedades destaca los numerosos beneficios que tiene y con los que ayuda a reducir la presión arterial. Asimismo, según un estudio, el jugo de remolacha «podría ser una estrategia fácil, accesible, segura y basada en evidencia para reducir la presión arterial». De ahí que ayude a disminuir la tasa de mortalidad por enfermedades cerebrovasculares.
Por otro lado, una publicación en la revista científica Acta Physiologica ha demostrado que «la suplementación de nitratos extraídos de la remolacha mejora la producción de torsión muscular». Así pues, la betanina que es lo que le da ese color rojizo, también actúa como escudo ante ciertas reacciones químicas de nuestro cerebro que hace que se produzcan estas enfermedades.