En los últimos meses, la vida de Bertín Osborne ha dado un giro de 180º. El presentador, que siempre ha vivido una vida tranquila, se ha visto envuelto en más de una polémica, sobre todo, después de conocerse que a sus 69 años iba a ser padre y mostrar su rechazo al no querer conocer a su hijo en común con Gabriela Guillén.
Lo que viene siendo empezar el año con el pie izquierdo es justo lo que le ha pasado al artista que, no suficiente con todos sus infortunios, eso se acentuaba más aún cuando de manera inesperada cancelaba uno de sus esperadísimos conciertos en Alicante el pasado 8 de enero. Eso hizo que se especulara mucho al respecto: ¿espantada de su público? ¿miedo del artista? Nadie sabía cuál era la razón de haber hecho bomba de humo de los escenarios.
Bertín Osborne y su verdad
En más de una ocasión se ha cuestionado el estado de salud del artista. Algo que, a pesar de haber defendido, en alguna ocasión como recalca ¡HOLA! en una entrevista, se le ha notado molesto y ahogado por falta de aire. ¿El motivo? Los estragos que le ha dejado el coronavirus. En la nueva normalidad a la que todos nos hemos adaptado, Bertín Osborne se ha visto obligado en más de una ocasión a guardar cama y ha visto cómo su vida se ha convertido en «un infierno» en más de una ocasión».
Bertín Osborne durante un concierto
Según explicaba su hija Eugenia en un photocall esto era en consecuencia a que a su padre se le había «enquistado el virus» y se le había hecho un poco bola. No obstante, la mediana de las hermanas, intentaba quitarle hierro al asunto, aunque aseguraba que había vivido una situación «complicada».
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«Poco a poco» y gracias a diferentes «remedios naturales», ya que los antibióticos no le sirvieron, Osborne está retomando su vida. No obstante, hay algo que sigue estando presente: «Tiene un cansancio enorme y ha adelgazado bastante, pero, finalmente, está mejorando». El diagnóstico no es otro que Covid persistente y que le ha provocado, entre otras cosas, infecciones respiratorias, migrañas, faringitis…
