Brian Thompson fue abatido tras recibir hasta tres disparos por la espalda a la puerta del hotel Hilton en Midtown Manhattan. El interés en torno al caso viene causado por, no solo la brutalidad del crimen cometido, si no por el quién lo comete.
El perfil de Luigi Mangione no es uno que entre dentro de los estándares usuales de sospechosos. El acusado contaba con una vida bastante acomodada y, durante toda su vida, había tenido un brillante expediente académico.
La vida personal del acusado parece haberse visto afectada por diferentes problemas de salud. Según su amigo RJ Martin, con le que compartió residencia en Honolulu, reveló que tras una clase de surf el estadounidense quedó repleto de dolor en la cama durante una semana entera. El acusado tuvo que someterse a una difícil cirugía de espalda en 2023, debido a un dolor crónico causado por espondilolistesis. Este mismo amigo, relató que Mangione le había enseñado una radiografía de su columna, donde se mostraban clavos gigantes insertados tras la cirugía.
Por otro lado, su madre, denunció su desaparición en San Francisco unas semanas antes del asesinato de Thompson, concretamente el 18 de noviembre. Además, sus compañeros y amigos también intentaron, fallidamente, contactar con él preocupados por su silencio.
Ninguno de sus amigos describió al acusado como alguien violento o con conductas agresivas. De hecho, su amigo Martin explicó que durante su convivencia con el arrestado, jamás le había oído hablar sobre armas o similares.
Amigos de la infancia lo describieron como brillante y amable mostrándose totalmente incrédulos ante la situación. Sin ir mucho más lejos, sus compañeros de la Universidad de Pensylvania explicaron que era un estudiante excepcional y que le esperaba un futuro totalmente prometedor.