Un científico afirma que tiene pruebas de que el universo es una simulación

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Se llama Melvin Vopson y es un científico de la Universidad de Portsmouth, que afirma en un artículo escrito el pasado mes de octubre en The Conversation, que tiene pruebas de que nuestro mundo no es en realidad como creemos sino una simulación.

Vopson explica en el mismo que «nuestro universo podría ser una simulación creada por una civilización avanzada«, sugiriendo así que nuestra realidad tal y como la percibimos sería comparable a un videojuego que controla una inteligencia superior.

Una teoría que podría a su vez estar alimentada por los grandes avances en inteligencia artificial y realidad virtual que «podrían hacer posible la creación de sofisticadas simulaciones en el futuro«, explican desde La Razón.

Una simulación creada por una civilización avanzada

Vopson habla en su artículo de la idea de que «nuestro universo, con todas sus galaxias, planetas y formas de vida, sea una simulación por computadora meticulosamente programada.» y de que las leyes físicas que gobiernan nuestra realidad sean solo algoritmos y añade que «Las experiencias que tenemos son generadas por los procesos computacionales de un sistema inmensamente avanzado».

El científico explica que los primeros registros de este concepto de que la realidad sea una ilusión se encuentran ya en  la antigua Grecia, donde Platón en el año 427  a.C,  ya se plantea cual es la naturaleza de nuestra realidad, dando lugar al idealismo.

Y añade que «Nuestra comprensión de las leyes de la física aún está evolucionando. En última instancia, carecemos de un marco definitivo para distinguir entre realidad simulada y no simulada«.

El científico se escuda en la segunda ley de la infodinámica para defender su teoría: » En mi investigación reciente, publicada en AIP Advances, utilicé la teoría de la información para proponer una nueva ley de la física, a la que llamo segunda ley de la infodinámica», explica.

De momento son pocos los científicos que toman en consideración esta idea, aunque sin duda  abre nuevas incógnitas sobre la naturaleza del cosmos.