Un trocito de chocolate al día no es malo, sobre todo si su porcentaje de cacao es superior al 85%. De hecho, su consumo moderado tienen incluso efectos beneficiosos como la sensación de alegría y placer que provoca. Esto sucede por la feniletilamina que contiene, que desencadena la liberación de serotonina, melatonina y triptófano que ayudan a mejorar el estado de ánimo.
Pero con lo que sí debes tener cuidado es con la hora a la que te lo tomas. Hacerlo antes de irte a dormir no es una buena idea y la razón no tiene nada que ver con engordar. El motivo es que hay una sustancia presente en el cacao que puede afectar negativamente a nuestro descanso nocturno: la teobromina.
La nutricionista Gabriela Gottau, explica en Saber Vivir que este compuesto: «actúa como un estimulante similar a la cafeína, es decir, es un tipo de alcaloide estimulante del sistema nervioso central».
No comas chocolate si quieres dormir bien
Desde el mismo medio explican que esta molécula también tiene propiedades beneficiosas para el organismo: «como ayudar a regular tu metabolismo, estimular tu sistema cardiovascular, ensanchar tus vasos sanguíneos y promover tu orina para una mejor depuración, según el Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos«.
Sin embargo, su presencia en el chocolate hace que se desaconseje tomarlo antes de dormir, ya que puede provocar efectos similares al café afectando a la calidad de nuestro sueño, «haciendo que al día siguiente te levantes sin la misma energía con la que lo harías si no te lo comieras».
Por lo tanto evita el chocolate por la noche si quieres evitar el insomnio, sobre todo si eres sensible a otros estimulantes como el café o bebidas energéticas. Gottau, explica que aunque los chocolates con menos cacao tienen menos teobromina, tienen más azúcar y esta a última hora del día puede afectar también a nuestro descanso y causar irritabilidad.
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Así que ya sabes, la recomendación de los expertos es chocolate si pero antes de media tarde, que contenga al menos un 85% de cacao puro y sin pasarnos de una onza. Y si no puedes resistirte al dulce antes de dormir una buena alternativa es una pieza de fruta, un yogur natural con miel o una taza de leche caliente con canela, ninguna de ellas afectará a tu peso ni a tu descanso.