Chicote, el reconocido chef y conductor del programa ‘Pesadilla en la Cocina’, protagonizó uno de los momentos más tensos y desagradables de la nueva temporada durante su visita al restaurante ‘Brasas y más’, ubicado en un polígono industrial en Granollers (Barcelona). En este episodio, Chicote se encontró con uno de los casos más graves en cuanto a higiene y calidad de los alimentos en mal estado.
La situación comenzó cuando los propios empleados del establecimiento describieron la comida que se servía en el local como «de hospital», haciendo referencia a la poca calidad y falta de sabor. Tras realizar la habitual degustación de algunos de los platos que ofrecía el menú, el chef decidió adentrarse en la cocina para evaluar el estado de las instalaciones, un momento que, en esta ocasión, resultó ser verdaderamente impactante.
A lo largo de las diversas temporadas del programa, muchos de los restaurantes que participan suelen aprovechar el tiempo antes de la visita de Chicote para limpiar sus cocinas a fondo, en un intento por evitar críticas severas. Incluso, algunos llegan a contratar servicios profesionales de limpieza con la intención de dejar todo impecable. Sin embargo, con su vasta experiencia en el formato televisivo, Chicote es capaz de identificar rápidamente cuándo estos lugares han recurrido a ese tipo de estrategias.
En el caso de ‘Brasas y más’, no hubo ningún esfuerzo por ocultar el mal estado de las instalaciones ni la deplorable situación de los alimentos. Cuando Chicote abrió la cámara frigorífica, fue tal el impacto que se apartó de inmediato, visiblemente afectado y al borde del vómito. Los platos que encontró en su interior se encontraban en un avanzado estado de descomposición, lo que hacía impensable que pudieran ser servidos a los clientes.
Chicote: «Todo huele a mierda aquí dentro»
El chef decidió continuar con su inspección, pero el fuerte olor en la cocina volvió a provocarle arcadas. Indignado, Chicote arremetió contra el dueño del local con duras palabras: «Todo huele a mierda aquí dentro. ¿Tú dices que eres cocinero? No eres un cocinero, eres un terrorista». La crudeza de sus palabras reflejaba el nivel de deterioro en que se encontraba el restaurante, una situación que, para el chef, era inaceptable.
