Ha sido su viudo, Carlos Cánovas, el que poco después de conocerse la muerte de la actriz ha hablado para el diario ABC, donde ha expresado que todo ha sido muy repentino. «Ha sido todo muy inesperado. No lo esperábamos nadie«, confesaba el productor.
Él mismo reconocía que los últimos años habían sido «terriblemente duros en todos los sentidos«, pues si bien parecían haber visto la luz al final del túnel en lo que parecía un triunfo contra la enfermedad, «le llegó esta complicación que ha sido fulminante«.
Al parecer, desde Fiesta el colaborador Iván Reinoso apuntaba que la familia de Silvia Tortosa había decidido ocultar la recaída de la actriz, pues eran conscientes de su delicado estado de salud. Finalmente esta no ha podido evitar tener un final muy parecido al de su progenitor.
Así lo contaba Cánovas: «Fue como le pasó a su padre, que la enfermedad se lo llevó en un mes con algo muy parecido«. Este, 23 años menor que Silvia Tortosa, habla de ella como la gran luchadora que era. Y es que la ha acompañado hasta el último momento.
Antes de conocer a Carlos Cánovas, esta estuvo casada en hasta tres ocasiones. Su primer matrimonio llegó a la edad de 19 años, con Hermann Bonnin, un director teatral casi 13 años mayor que ella. «Me casé muy joven. Era mi profesor de teatro y confundimos amistad con amor», confesaría más adelante.
A su segundo marido lo conoció en 1985. Se trata de Charles Davis, quien lamentablemente fallecía de un edema pulmonar al poco tiempo de casarse. A pesar de su partida este fue el camino que condujo a Tortosa hacia su tercer matrimonio con Dave Harper, quien era amigo del esposo fallecido.
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