El concierto fue una celebración de su ecléctico repertorio, donde no faltaron géneros como el pop, la balada, la bachata y el folclor. El público, entregadísimo, no dejó de bailar y corear cada canción, demostrando que los éxitos de Baute siguen muy vigentes en los corazones de su público: Dame de eso, incluido en su álbum homónimo que estrenó en 2001 y que fue un éxito de ventas en España; irrumpiendo el top 3 en la lista de álbumes de Promusicae y obteniendo la certificación de Platino de la época; Mi medicina; Esta canción; o Quién te quiere como yo, que él mismo interpretó de forma muy personal con guitarra en mano, así como también hizo con Te regalo.
Destacaron la gran banda de músicos y el cuerpo de baile, especialmente la percusión, que añadieron una energía muy especial a la velada. Dos de los momentos más importantes sobre el palco escénico de Príncipe Pío fueron las colaboraciones con dos amigos del artista: el sevillano Rasel, con quien interpretó Me pones tierno, tema que vio la luz en 2012; y El chisme, junto con Chenoa, que estrenaron a finales de 2021. Baute también rindió homenaje a su Venezuela natal, interpretando Yo me quedo en Venezuela -compuesto por el propio Carlos en 1995 como un himno de amor y compromiso a su tierra natal– vistiendo la bandera patria, lo que provocó uno de los momentos más conmovedores de la noche. Tras este momento, su propio equipo Maraka Music, le rindió un homenaje sobre el escenario por estos 30 años al frente del micrófono.
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