Hace tiempo que los coches ya vienen equipados con puertos USB, además de interconectores entre los dispositivos y el propio vehículo, mediante bluetooth o wifi. Y es que llevar el teléfono con batería en el coche se ha convertido en algo esencial para hacer o recibir llamadas, así como consultar aplicaciones relacionadas con la conducción, como es Google Maps. Sin embargo, cargar nuestro móvil en el coche puede deteriorarlo antes de tiempo. Te contamos por qué.
Nuestros móviles actualmente suelen tener baterías de iones de litio y muchas veces aprovechamos para cargarlas los trayectos en coche en las entradas USB del mismo o las bases de inducción. Algo que, sin embargo, es un gesto que no beneficia a la vida útil de nuestra batería.
Y es que tal y como explicaban desde la sección de motor del diario El País, a los móviles les resulta perjudicial este tipo de transferencia de electricidad: «Hay que entender que los puertos USB fueron diseñados para trabajos que no requieren mucha potencia y que no necesiten de una transmisión constante de energía, como por ejemplo, reproducir música en los antiguos dispositivos MP3.»
Más razones para no cargar tu móvil en el coche
Además, los móvilesactuales requieren de dos o tres amperios para cargarse, y el amperaje de estos puertos es bastante inferior, ocasionando que nuestro móvil se recargue muy lentamente, algo que, igual que las recargas muy rápidas, deterioran la batería.
También debemos tener en cuenta que nuestros teléfonos móviles han sido desarrollados para cargarse con su cargador y cable originales en un enchufe, que es donde van a tener la potencia adecuada para la capacidad del cargador.
Y respecto a los cargadores inalámbricos de los coches, también tienen sus propios inconvenientes, como que el teléfono tenga que trabajar más para cargarse además de generar más calor y necesitar más energía para poder llenar una batería del mismo tamaño que a la larga se verá afectada.
Desde el mismo medio hacen referencia a un estudio de la empresa OneZero que demuestra que «hace falta un 47% más de energía para cargar de 0 al 100% un teléfono móvil de última generación mediante carga inalámbrica, en comparación con su cargador de cable».
Es decir, lo aconsejable es cargar nuestro móvil con su cable y cargador en un enchufe o, en todo caso, con una batería externa. Sobre todo debemos evitar cargarlo constantemente en el coche.
