Bajo el nombre de Canción de amor de un día (CADUD), se trata de una obra audiovisual compuesta por 100 piezas musicales en las que han trabajado hasta 63 artistas y compositores, cada una de ellas acompañada de imágenes que apoyan la historia de la canción o la música en cuestión. En total la canción tiene un total de 24 horas de duración.
Fue en el año 2004 cuando Corcobado comenzó a idear este trabajo, muy ligado a los pensamientos de la niñez. «Los niños no tienen idea de cuánto puede durar la música hasta que alguien les dice que una canción dura 3 minutos«, expresaba este, unas declaraciones que recogía Heraldo. No obstante, no fue hasta 2011 cuando este marcó las pautas poético-literarias a las cuales debían regirse los autores de la canción. Para ello tomó como pieza fundamental un relato escrito por él mismo y en el que se narra un día de su vida en Bilbao, la ciudad en la que vive.
«Uno de los objetivos principales es decir: siéntese usted, siéntense, olviden todo, cierren los ojos y escuchen música como se hacía antaño o como lo hacemos cada uno en privado. He apostado por dar espacio temporal a la música y que sea tan grande como un día de nuestra vida», añadía este explicando el objetivo del proyecto.
La canción está conformada por 24 capítulos, de una hora de duración cada uno, los cuales corresponden a cada hora del día. Amaral y Bunbury no son los únicos nombres conocidos que han participado en este tema. También lo han hecho otros grandes nombres de la música como Andrés Calamaro, Vetusta Morla o Nacho Vegas.
«Vamos un poco en contra de este modo compulsivo de escuchar la música a fragmentos, terminando las obras, desnaturalizándolas y escuchándolas en los altavoces«, marca Javier Corcobado sobre la obra.
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