Existen personas que se pasan la vida buscando métodos efectivos para perder peso. Lo primero que hay que tener en cuenta si quieres adelgazar es que la alimentación y el ejercicio son las dos acciones principales en este camino. No obstante, cabe recalcar que hay pequeño hábitos que marcan la diferencia entre hacer más fácil el proceso o alargarlo más de lo necesario. Y es que hay hábitos que pueden ayudarte a acelerar tu metabolismo para perder calorías sin darte cuenta, pero las tienes que incluir en tu rutina poco a poco.
Una práctica simple pero poderosa que se ha ganado la atención de las personas que están pasando por un proceso de adelgazamiento es comer despacio. Este hábito, que puede parecer muy sencillo y que no tiene ningún beneficio, es súper importante a la hora de bajar de peso.
Uno de los beneficios que tiene comer despacio es que permite al cuerpo tener el tiempo suficiente para enviar señales de saciedad al cerebro. Estas señales son gestionadas por hormonas como la leptina y la grelina, que son piezas claves en la regulación del apetito. Al comer rápidamente, estas hormonas no tienen tiempo de actuar y mandar las señales al cerebro. Por lo tanto, este error puede hacernos comer de más sin darnos cuenta de que ya estábamos llenos.
¿Comer rápido ayuda a adelgazar?
Un estudio publicado en el Journal of the Academy of Nutrition and Dietetics afirma que las personas que comen más despacio consumen menos calorías y afirman que se sentían llenas antes de aquellas que comían rápidamente. Esta investigación sugiere que comer despacio ayuda a reducir la ingesta calórica y mejora la experiencia de la comida.
Los beneficios de comer despacio
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Adquirir el hábito de comer más tranquilamente tiene más beneficios para la salud. Entre ellos se encuentra la mejora de la digestión, pues masticamos mejor los alimentos y facilitamos el trabajo del sistema digestivo. Por lo que se puede lograr disminuir los problemas como la indigestión y el reflujo ácido. Además, también permite que tu cuerpo absorba mejor los nutrientes de cada alimento. Incluso hay expertos que afirman que comer despacio ayuda a disminuir los niveles de estrés y ansiedad.
Trucos para comer más lento y adelgazar
Masticar más veces: intenta masticar cada bocado al menos 20-30 veces antes de tragar. Esto no solo ralentiza el ritmo de la comida, sino que también mejora la digestión posterior.
Poner los cubiertos entre cada bocado: dejar los cubiertos en la mesa entre bocados puede ayudar a reducir la velocidad de la ingesta.
Beber agua: tomar pequeños sorbos de agua entre cada bocado puede ayudar a ralentizar el ritmo de la comida y mejorar la hidratación del cuerpo.
Evitar distracciones: comer sin distracciones, como la televisión o el móvil, permite concentrarse en la comida y en las señales de saciedad del cuerpo.
Practicar la atención plena: prestar interés a los sabores, texturas y aromas de los alimentos puede hacer que la experiencia de comer sea más placentera y consciente.