Se trata de una pranayama para fomentar el equilibrio entre cuerpo y mente, tan necesario en el estresado mundo en el que vivimos. Pero, ¿sabes qué son las pranayamas?, son respiraciones muy concretas destinados a un fin. El nombre procede del sánscrito y significa precisamente ‘control de la respiración’: de prana (energía) y ayama (control, disciplina).
La respiración de abeja, también llamada Brahmari, es una de las respiraciones más sencillas de hacer, aunque no tengamos experiencia en yoga. Este tipo de pranayama favorece dejar atrás las tensiones acumuladas en pocos minutos y se puede poner en práctica en cualquier momento del día.
Para practicarla, lo primero que hay que hacer es buscar un lugar tranquilo y silencioso y colocarnos con la espalda recta. A continuación tapa tus oídos con los pulgares, esto te hará estar más aislada. Después coloca tus dedos índices y corazón sobre los ojos, tus dedos anulares bajo la nariz y los dedos meñiques bajo el labio inferior.
Una vez conseguida la postura correcta haz una exhalación profunda por la nariz y exhala lentamente con los labios cerrados, realizando desde el paladar un zumbido suave y largo imitando al de una abeja y sintiendo su vibración. Repítelo varias veces.
Los beneficios de practicarla son muchos, estos entre otros que señalan desde Uppers: