El merengue se popularizó en la década de 1930. En ese momento, el país estaba atravesando la dictadura de Rafael Trujillo. Con el paso del tiempo, el merengue ha ido evolucionando, se ha empapado de elementos de otros géneros musicales y ha sabido adaptarse a las nuevas tendencias. Eso sí, jamás ha perdido su esencia alegre y bailable.
El merengue llegó a España en la década de 1980, coincidiendo con la creciente popularidad de la música latina en Europa. La llegada de dominicanos a nuestro país jugó un papel crucial en la difusión de este género. Las comunidades latinas trajeron consigo sus tradiciones musicales y el merengue comenzó a sonar en fiestas y eventos culturales. Llenando así las calles de música y dándole otro toque de alegría a la vida.
La llegada del merengue a España también se vio impulsada por la globalización y la creciente interconexión cultural. La música latina, incluyendo el merengue, comenzó a ganar espacio en las emisoras de radio y en los clubes nocturnos, atrayendo a un público diverso y curioso por los ritmos caribeños.
Varios artistas han sido fundamentales en la popularización del merengue en España. Entre ellos, destaca Juan Luis Guerra, un icono del merengue a nivel mundial. Aunque no es español, su música ha tenido un impacto significativo en el país. Y es que puso a todo el mundo en «movimiento» con su arte. Canciones como La Bilirrubina y Ojalá que llueva café se convirtieron en éxitos en España, y su estilo único ayudó a consolidar el merengue en el panorama musical español. De hecho, en una rueda de prensa en 2015 explicó lo siguiente: «Cuando yo llegué aquí en 1989, los españoles no sabían bailar merengue. Recuerdo que incluso me pedían en televisión que yo les enseñara. Ahora hay profesores que podrían darnos clases a nosotros, los dominicanos».
En el ámbito local, grupos como Los Sabrosos del Merengue y La Banda del Swing han contribuido a la difusión del merengue en España. Estos grupos han adaptado el merengue a las preferencias del público español, fusionándolo con otros géneros y creando un sonido único y atractivo para las fiestas.
El merengue ha encontrado un hogar en varios lugares de España, donde se celebra y se disfruta con entusiasmo. Madrid, la capital, es uno de los epicentros del merengue en el país. La ciudad cuenta con numerosos clubes y bares donde se puede bailar merengue.
Barcelona es otra ciudad importante para el merengue. Con su vibrante escena cultural y su diversidad, la ciudad condal ha acogido el merengue con los brazos abiertos. La ciudad alberga festivales y conciertos de música latina, y sus clubes nocturnos son conocidos por sus noches de merengue.
En el sur de España, ciudades como Sevilla y Málaga también han adoptado el merengue. La influencia de la música latina es evidente en las fiestas y celebraciones locales, donde el merengue se mezcla con otros ritmos para crear una experiencia musical única.
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