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Bertín Osborne cuenta cómo fue su última conversación con Paco Arévalo: «Le dije que no iba a durar nada»

La pareja de actores tenía una relación de "hermanos"

El humorista Paco Arévalo falleció durante la tarde del pasado 3 de enero en su casa de Valencia, y uno de sus grandes amigos en la profesión era Bertín Osborne, con quien había protagonizado ‘Por amor al arte’, una obra de teatro.

Después de ello parece que su relación se fue resintiendo, pero hace un tiempo volvieron a mostrarse bien ante el público en un programa de ‘Mi casa es la tuya’, en la que los dos actores mostraron su reconciliación a los telespectadores. Desde ese momento, volvieron a tener esa relación de «hermanos», como ha reconocido el propio Osborne en una entrevista en el programa ‘En boca de todos’.

“Con Paco me unía una amistad desde hace 42 años. Fue el primer amigo que tuve en esta profesión y la verdad es que ha sido una vida juntos”, recordaba el actor después de contar que no ha podido acudir a su velatorio por estar enfermo de COVID. A pesar de ello, ha reconocido que llamó al hijo del difunto humorista para expresarle sus condolencias.

Bertín Osborne le cantó las cuarenta a Arévalo en su última conversación

Sobre el instante en que conoció la noticia ha contado que le llamó José Luis López ‘El Turronero’ y ha admitido que «casi le da un chungo» porque le dolió demasiado escuchar esas palabras. “Hace un mes hablé con él y tuvimos una bronca por teléfono. Yo soy una persona que me cuido y él, desde la muerte de su mujer, se medio abandonó. Le pegué un broncazo y le dije de todo. Entre otras cosas que cualquier día le iba a pasar algo e iba a dejar a su familia. Cuando me lo contaron casi me da un infarto, me arrepentí de habérselo dicho”, comentaba Bertín con Nacho Abad.

Al hilo de eso, el cantante confiesa que el día que habló con Arévalo por última vez le cantó las cuarenta: “Le dije que no iba a durar nada, que tenía que adelgazar, andar, operarse. Le dije lo que tenía que hacer. Él se ha ocupado de todo el mundo menos de sí mismo”.

Y sin saber cuál era la causa de la muerte del humorista, Bertín apostaba ciegamente a un infarto. En este sentido se refiere a su sobrepeso y estilo de vida: «Era el candidato perfecto para el infarto, porque tenía un sobrepeso acojonante y no se movía ni hacía nada. Ha cuidado de su hija Nuria, que es otro papelón. Se ha ocupado de ella y se ha olvidado de él mismo», refiriéndose a su descendente, que padece Síndrome de Williams.