Beret es una de las voces más destacadas de nuestra música. Las sentidas letras de sus canciones han conquistado al público español, pero también más allá de nuestras fronteras. De hecho, el artista sevillano no solo ha ofrecido conciertos en Latinoamérica y a Estados Unidos, sino que además ha colaborado con destacados artistas que triunfan al otro lado del charco.
Es el ejemplo de Morat, con quien compartió el tema Porfa, no te vayas, o con Sebastián Yatra, junto al que revisitó uno de sus grandes éxitos, Vuelve. Esto justo es lo que ha vuelto a hacer el artista con otro de sus temas más conocidos, Ojalá, que en esta ocasión comparte con la mexicana Dulce María, con la que ya interpretó el tema en directo durante un concierto suyo en México.
La exintegrante de RBD regresa a la música en solitario y lo hace por todo lo alto con esta canción que es al mismo tiempo un puente entre España y México, donde ambos artistas son muy queridos. Recordemos que durante los últimos años Dulce María protagonizó junto a sus excompañeros de la banda el sonado reencuentro de la misma que les llevó a recorrer gran parte de los escenarios en el continente americano.
Ahora retoma su carrera en solitario y quiso sembrar la expectación entre sus seguidores sobre la identidad del artista que le acompañaría. La artista compartía su silueta y la de Beret, y muchos no tardaron en descubrir que se trataba del cantante español.
La canción, publicada originalmente por Beret en el año 2017, le hizo a este cosechar un gran éxito. De hecho, fue posteriormente incluida en su álbum debut, Prisma, tras firmar con Warner Music. Sus primeros éxitos siguen trayendo muchas alegrías al cantante, que este próximo 14 de noviembre llega de la mano de Dulce María.
Sus fans no pudieron esconder la ilusión de esta unión y en comentarios mostraron su alegría: «Todo lo que necesitaba», «Por fin, nos urgía esta canción«.
Beret – Ojalá, letra
Yo necesito ganas, no querer ganar
Y si algún día perdiese mi miedo a perder
Me duele haber corrido para no llegar
Ahora sé que el camino es la meta, también
Ya me crecieron miedos que nunca eduqué
Y me sé las respuestas, por no preguntar
Ya sentí como nadie, cuando tuve el bien
Y lloré como todos, cuando algo se va
Nadie te enseña a ser fuerte, pero te obligan
Nunca nadie quiso un débil para confiar
Nadie te enseña los pasos en un mundo que
Que te obliga cada día a poder levantarte y caminar
Donde fuiste tan feliz, siempre regresarás
Aunque confundas dolor con la felicidad
Y ya no seas ni tú mismo, pero pienses en ti mismo
Y eso matará
Y ojalá nunca te abracen por última vez
Hay tantos con quien estar, pero no quien ser
Tan solo somos caminos que suelen torcer
Miles de complejos sueltos que debemos de vencer
Ojalá sí te aceptasen por primera vez
Y entendiesen que es que todos merecemos bien
Que no existe una persona que no deba de tener
Ya que somos circunstancias que nunca elegimos ser
Confianza nunca volvió con el tiempo
Y el fruto de mi vida no se basa en lo que tengo
Y si todos los instantes pudiesen pasar más lento
Si acaso dudarías, esta vez, en el intento
Y si entendiésemos que, sí, somos perfectos
A pesar de borrones que quieran manchar el lienzo
Todo es una suma, aunque eso no lo piense el resto
Una cosa es lo que soy, y otra, tan solo lo que muestro
Que yo ya no temo perder, sino dar por perdido
Que yo ya no quiero vencer, sino estar convencido
Que mucho antes de estar contento debo estar conmigo
Que voy a mirar a la soga pa’ decir le sigo
Que voy a parar de exigirme to’ lo que me pido
Y voy a aprender a aceptar lo que nunca consigo
Que voy a parar de culparme, mentirme, fallarme
Decirme tarde, verdades que necesito
Porque, también, dediqué tiempo a quien ya no se acuerda de mí
También, pegué los trozos de lo mismo que después partí
Tampoco me he entendido y, he entendido, que eso será así
No he estado confundido, he estado fundido con lo peor de mí
Me he mudado a problemas y he querido ser feliz allí
Y he dado vuelta’ en círculos por no quitarte en medio a ti
He preguntado a todos, para poder definirme a mí
¿Cómo decirle, a un río, que se pare y deje de fluir?
Nadie te enseña a ser fuerte, pero te obligan
Nunca nadie quiso un débil para confiar
Nadie te enseña los pasos en un mundo
Que te obliga, cada día, a poder levantarte y caminar
Donde fuiste tan feliz, siempre regresarás
Aunque confundas dolor con la felicidad
Y ya no seas ni tú mismo, pero pienses en ti mismo
Y eso matará
Y ojalá nunca te abracen por última vez
Hay tantos con quien estar, pero no quien ser
Tan solo somos caminos que suelen torcer
Miles de complejos sueltos que debemos de vencer
Ojalá si te aceptasen por primera vez
Y entendiesen que es que todos merecemos bien
Que no existe una persona que no deba de tener
Ya que somos circunstancias que nunca elegimos ser