Uno de los detalles que ha capturado especial atención es el sorprendente hallazgo que realizó el actual dueño de la antigua casa de Bárbara Rey en Boadilla del Monte, una exclusiva zona residencial situada en las afueras de Madrid. La propiedad fue la residencia de la actriz hasta 2019, cuando decidió venderla por la suma de 690.000 euros, según comentó Jorge Borrajo, director de la revista Semana, en el programa ‘D Corazón’ de Televisión Española. Borrajo destacó que Rey, tras años viviendo en la casa, optó por desprenderse de ella para buscar una vida más sencilla y con menos gastos, en un claro intento de adaptarse a una situación financiera más modesta.
El nuevo propietario, al comenzar con las reformas para modernizar la casa, se llevó una inesperada sorpresa. Durante las obras, al derribar algunas paredes, el comprador encontró cables ocultos que, según declaraciones del propio Borrajo, «no eran los de la luz». Este descubrimiento ha generado especulaciones sobre la verdadera naturaleza de los dispositivos conectados a esos cables y ha añadido un nuevo capítulo de misterio al ya intrigante historial de la relación entre Bárbara Rey y el rey emérito.
El nuevo inquilino juega en el Atlético de Madrid
Sin embargo, la persona que compró la vivienda la puso en alquiler. El nuevo inquilino tampoco vive en el anonimato, Julián Álvarez, el reciente fichaje del Atlético de Madrid. Desde hace tres meses, el inmueble se encuentra en el punto de mira.
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