Y es que a nuestro organismo le cuesta adaptarse al cambio de horarios, al aumento de las temperaturas o a la humedad del ambiente. Así que si te notas más cansada y decaída estos últimos días, puede que sólo sean síntomas de esto, la buena noticia es que podemos hacer muchas cosas para prevenirla y combatirla.
Según los expertos hay tres pilares básicos para combatirla, el sueño, la alimentación y el ejercicio físico. Además hay algunas plantas, cómo el ginseng y el jengibre pueden ayudarte, el primero además de aumentar la sensación de energía física y mental, mejora la memoria y refuerza el sistema inmunológico. Aunque está contraindicado en niños menores de doce años, en el embarazo y en la lactancia, así como en pacientes con arritmia cardíaca o hipertensión.
Y el jengibre aporta vitalidad y mejora nuestras defensas naturales. Puedes tomarlo en infusión o en polvo e incluso como condimento en las comidas.
Procura comer carnes magras, pescados azules y marisco por su alto contenido en Omega3. Además de incluir en tu dieta polen y miel que además de aportarte energía, tienen vitaminas y minerales.
Evita tomar alimentos ultraprocesados o muy azucarados, como los dulces, bollería, etc., ya que aunque aportan energía de forma inmediata, luego provocan un «bajón» y más cansancio y hambre.
Bebe suficiente agua, caldos e infusiones para mantenerte hidratado, la deshidratación, entre otras cosas, causa fatiga mental y dificulta la concentración.