Hace algunos meses ya nos referíamos a ello, al hablar de John Burfitt, un periodista australiano experto en viajes, que en un artículo en la web escape.com, explicaba por qué los asientos de la última fila del avión son sus preferidos y los consideraba los mejores. Incluso los define como ‘una joya escondida’, ya que cuentas con un gran espacio para apoyarte y dormir, además de resaltar otras ventajas de este tipo de asientos: «como estás escondido, nunca te golpeará una azafata con un carrito, ni te empujarán los pasajeros que pasan, ni te agarrarán del asiento al pasar», explica en su artículo.
Otra de las ventajas de escoger el asiento en la parte trasera del avión, sobre todo si nuestro vuelo es largo, tiene que ver con las seguridad. Y es que desde Uppers se refieren a diferentes estudios que «han demostrado que los pasajeros que se sientan cerca de la cola del avión tienen una mayor probabilidad de sobrevivir a un accidente aéreo», explican, nada más y nada menos que un 40% más de probabilidades, en comparación con aquellos que se sientan en la parte delantera. Esto es debido a que la parte de la cola del avión está diseñada para proteger la caja negra del mismo y por eso es más íntegra estructuralmente.
Desde el mismo medio se refieren a una razón que aunque mucho más banal también tiene su importancia: la cercanía a los baños, algo que evitará que tengamos que caminar mucho cuando necesitemos ir.
Y algo que poca gente conoce es que: «los pasajeros en la parte trasera del avión tienen una mayor probabilidad de ser movidos a una clase superior si es necesario redistribuir el peso del avión«, explican, ya que las aerolíneas prefieren equilibrar el peso moviendo pasajeros de la cola a la parte delantera.