De ahí la importancia de cuidar lo que decimos, sobre todo a la hora de regañarles, ya que lejos de educarles podemos estar causando un efecto negativo en ellos.
El investigador y experto en lenguaje positivo, Luis Castellanos, explica que el lenguaje y en concreto las palabras, «forjan nuestra personalidad, nuestra memoria y nuestra capacidad de ver el mundo«. Y resalta su poder en concreto sobre la autoestima: «Cada frase deja huella en el cerebro y determina la forma de actuar y sentirse, aun inconscientemente», explican desde Educación para la familia.
Cuida las palabras que utilizas estas tienen un gran Impacto sobre toda la vida. pic.twitter.com/l4xIKx6jXe
— Jeferson Nasa (@Jefersonnasa_) November 20, 2024
Y es que este tipo de palabras afectan a su seguridad y les «dan un mensaje erróneo de lo que son«, explican desde Grupo Sorolla y añaden que «la forma en que las pronunciamos o cómo actuamos ante momentos de enfado, con ira y gritos, les hace guiar su reacción y acción en un futuro, ya que lo imitan todo y somos su modelo a seguir«.
A su vez dan algunos consejos a la hora de hablar con los pequeños:
Desde el centro de psicólogos, logopedas y pedagogos Girasol, hablan de la importancia de no reprocharle al niño sus fracasos y mucho menos castigarle: » Evita que tu hijo se preocupe por el castigo que pueda recibir de tu parte; a cambio, ayúdalo a entender las verdaderas consecuencias de sus fallas», explican y hablan de la importancia de dejar que nuestros niños fallen y de transmitirles la idea de que es normal equivocarse, sin enfadarnos por lo que hayan hecho.
Y es que si en los momentos en los que el niño intenta algo nuevo y rompe o derrama algo involuntariamente, si el padre o la madre estallan, enfadándose mucho, pueden estar haciendo que el pequeño desarrolle temor al fracaso. Al niño le impulsa la curiosidad y esta reacción del padre pueden llevarle a pensar «cada vez que intento algo nuevo me castigan y me siento mal «, así desarrolla el sentimiento de no puedo, «cada vez que intento algo diferente me castigan», pensará.
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