La cumbia es uno de los géneros musicales favoritos de los amantes del baile. Y es que, nadie puede resistirse a sus ritmos sin menear el esqueleto. Este estilo musical se originó en la costa caribeña de Colombia y bebe de las influencias de los sonidos africanos, indígenas y españoles.
Como ya hemos mencionado antes, la cumbia nació en Colombia como resultado de la fusión de tres culturas distintas: la africana, la indígena y la española. En los primeros escritos que se encuentran sobre el género se entiende que este género se creó tras la conquista de América en 1942.
Los esclavos africanos trajeron consigo sus tambores y ritmos, además, también se quedaron movimientos cargados de seducción originarios de África. Mientras tanto, los pueblos indígenas aportaron instrumentos como la gaita, las maracas, el guache y los pitos. Los colonizadores españoles añadieron sus propios instrumentos de cuerda y letras románticas.
En el vestuario también existía cierta influencia española con largas polleras, presencia de encajes, lentejuelas, candongas, tocados de flores y el maquillaje era muy intenso en las mujeres. Por otro lado, los hombres portaban camisa y pantalón blanco, pañolón rojo anudado al cuello y sombrero.
Esta mezcla cultural dio lugar a un género musical y de baile que es tanto una expresión artística como una práctica cultural.
La cumbia llegó a España en la segunda mitad del siglo XX, principalmente a través de la inmigración y la globalización de la música latina. En España, la cumbia encontró un público receptivo, especialmente en las comunidades de inmigrantes latinoamericanos.
En nuestro país, la cumbia ha evolucionado y se ha adaptado a las preferencias locales. Se han creado fusiones con otros géneros musicales populares en el país, como el flamenco y la música electrónica. Esta adaptación ha permitido que la cumbia se mantenga relevante y atractiva para nuevas generaciones y los amantes del género la redescubran un día más.
La cumbia no solo ha influido en la música, sino también en la cultura popular española. Ha sido adoptada en fiestas y celebraciones, y su ritmo tan pegadizo ha hecho que sea un elemento esencial en muchas reuniones sociales. Además, el género ha servido como un puente cultural, uniendo a personas de diferentes orígenes a través de la música y el baile.
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