De problemas de memoria a despistes, así afecta el calor a nuestro cerebro

Por encima de los 40 grados los expertos hablan incluso de cambios estructurales en las neuronas

Ana Más

Según los metereólogos nos enfrentamos a uno de los veranos más calurosos de los últimos años y esto puede traer consigo algunos riesgos para la salud. Es más, puede afectarnos incluso al cerebro, haciendo que estemos más despistados, agresivos, aburridos e impulsivos.

Y es que las temperaturas muy altas, por encima de los 38ºC, no solo nos afectan a nivel físico, también repercuten en las actividades habituales del cerebro. Lo explica el especialista en Neurología del Hospital Quirónsalud Córdoba, el doctor Ernesto Orozco Sevilla, en tucanaldesalud.es :  «las altas temperaturas influyen en el comportamiento de las células del sistema nervioso central, cuyo ritmo se ralentiza».

Y añade que por encima de los 38ºC, «incluso en exposiciones cortas de tiempo, 60 minutos, se pueden observar cambios transitorios en la memoria a corto plazo y en el razonamiento». Por encima de los 40 grados habla ya de cambios estructurales en las neuronas y explica que si no actuamos a tiempo reduciendo la temperatura corporal mediante el enfriamiento, » puede provocar un daño cerebral irreversible siendo el cerebelo (coordinación muscular) especialmente susceptible»

Así afecta el calor a nuestro cerebro

Woman uses hand fan to cool down when summer heat wave hits the city.

Desde El Confidencial se refieren además a algunos estudios que demuestran que a medida que la temperatura sube, la capacidad cognitiva desciende. En concreto una investigación descubrió que «un aumento de cuatro grados en una sala donde se estaba realizando un experimento provocaba un descenso medio del 10% en el rendimiento en pruebas de memoria, del tiempo de reacción y la acción que tenían que realizar», explican.

Otros estudios hablan de la relación entre calor y aumento de la agresividad, «los días calurosos se producen más asesinatos, agresiones y episodios de violencia doméstica», añaden desde el mismo medio y recogen un análisis publicado en The Lancet que explica que a mayor temperatura, «la gente es más propensa a incitar al odio en internet y a tocar el claxon en el tráfico».

Aunque los expertos no saben por qué el calor afecta así a nuestro cerebro, una posible explicación sería que, «si se destina toda la sangre a partes del cerebro que se centran en la termorregulación, podría ser que no llegase la suficiente a la parte encargada de algunas funciones cognitivas».

El doctor Orozco aconseja beber suficiente líquido, evitar el alcohol y las bebidas muy azucaradas, que pueden aumentar la deshidratación, que a su vez señala como «un factor de riesgo potencial para el cerebro en la medida en que provoca una alteración de la actividad neuronal a múltiples niveles«.

Además recomienda hacer deporte al aire libre durante las horas de menos calor, llevar ropa de colores claros y holgada y no dejar a los niños en el interior de un vehículo sin supervisión.

 

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