Este 19 de marzo se celebró el Día del Padre. Las redes sociales se llenaban de publicaciones dedicadas a padres, madres y distintas figuras que han ejercido como tal para cada uno. Un día que enseña que cada familia es diferente e igual de válida. Personajes como Antonio Orozco se han abierto en alguna ocasión sobre la paternidad desde la experiencia propia como padre, pero también como hijo. El cantante ha rescatado un fragmento de la entrevista La Matemática del Espejo. En un diálogo íntimo, el cantautor con sinceridad habló de los altibajos de esta conexión fundamental en su vida.
Orozco puso sobre la mesa el poder de la música para llegar al perdón en un proceso de sanación. Con una franqueza conmovedora, Orozco describió la relación con su padre como un viaje marcado por momentos de amor incondicional y desafíos difíciles. Como si de un poeta se tratara, sabe elegir las palabras perfectas y transmitió la complejidad de las emociones que caracterizan muchas relaciones familiares.
Antes de que la música del intérprete no dejará de sonar en la radio, su padre falleció. Sin embargo, Orozco tiene claro que su éxito se debe al papel que tuvo antes de que la desgracia ocurriera. Esas emociones podrían haber quedado de lo más profundas, si no hubiese sido por la música. Ha sido su compañera constante, un refugio seguro donde ha encontrado el consuelo que necesitó.
Antonio Orozco: «Mi padre no me vio triunfar»
El que da lecciones con su música, también lo hace cuando se sienta para hablar de su pasado. «La vida está hecha de recuerdos, aunque no todos se guardan en la memoria. De cuando jugaba a fútbol, una de las cosas que me emociona recordar es cuando mi padre venía a buscarme a los entrenos. No me acuerdo de los partidos, ni de los resultados. De eso, en cambio, sí, y me emociona» escribía debajo del vídeo.
Todo el tiempo del mundo es poco tiempo cuando se trata de compartirlo con un padre o un hijo. Y es que a día de hoy, solo la música y la paternidad le hacen ver las cosas. «Mi vida cambió. Mi vida anterior a la paternidad es un dulce recuerdo». Ahora la pelota está en su tejado. Le toca a él demostrar que entiende las lecciones que la vida le ha dado. En alguna ocasión ha contado que ha afrontado de manera muy caótica aspectos de la vida adulta que requerían madurez: «Antes cuando llamaban a la puerta me acojonaba, ahora afronto las cosas cuanto antes mejor».
«Mi padre no me vio triunfar» confesó. Aunque para él su vida acabó con su pérdida, su papel a la altura como progenitor y compositor demuestran que desde aquel momento no dejó de demostrar lo que este le enseñó.
