Andrés Calamaro, con motivo del 20 aniversario del álbum dio una entrevista en ‘Teleshow’, donde describió la atmósfera como intensa y casi interminable: «Eran días de 72 horas… grabamos todos los días y también por las noches. El resto del tiempo abusábamos de los tópicos malditos del rock, siempre bienvenidos por entonces», comentó el músico. Coti, quien estuvo involucrado desde el principio, rememoró la dinámica nómada de la grabación: «Pasamos por muchos estudios. Empezamos por un estudio de Javier (hermano de Andrés Calamaro) y nos iban echando de los estudios».
Entre los nombres que figuran en los créditos del álbum, evidentemente el que más destaca es Diego Armando Maradona, quien puso su voz para la ranchera Hacer el Tonto. Coti relata una de las visitas más memorables de Maradona al estudio: «Una vez cayó Diego Maradona. Fue varias veces, pero la vez más mítica fue cuando cayó como a las 3 de la mañana. Estábamos en el estudio de Fito, que quedaba cerca de la casa de Diego». En medio de la grabación, el ingeniero de sonido quedó absorto al ver a Diego: «Ya habíamos grabado una canción y estábamos haciendo los coros.. Entonces empezamos a llamar al ingeniero, que estaba al otro lado del vidrio, para avisarle que estábamos listos para grabar y el tipo no reaccionaba porque había entrado Diego y nosotros no lo veíamos del otro lado. No sabíamos lo que pasaba y el tipo estaba obnubilado. Necesitó varios minutos para reaccionar».
La relación entre Andrés Calamaro y Diego Maradona fue siempre especial. Calamaro, un ícono del rock argentino, y Maradona, una leyenda del fútbol mundial, compartían una profunda admiración mutua y una amistad basada en su amor por Argentina y su cultura. Maradona, quien siempre tuvo una afinidad por los músicos argentinos, mantuvo una relación cercana no solo con Calamaro, sino también con otros grandes de la música como Fito Páez.
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