Preguntada por la revista Semana, esta ha analizado las rúbricas del Rey Felipe VI a lo largo de su vida, viendo en ellas una evolución de su personalidad y aspectos que desvelan mucho más sobre el monarca de lo que podemos intuir por sus diferentes apariciones públicas.
Macarena Arnás comienza explorando las rúbricas del rey en su juventud, viendo en ella a un niño muy exigente que «se machacaba a sí mismo y le daba vueltas a las cosas«, además de intuirse a un pequeño bastante reservado con sus cosas.
Esto fue cambiando con el tiempo, y es que siendo un poco más mayor cambia algunos detalles de su firma. «La arista que generaba cuando era niño no está tan marcada, eso significa que ha relajado su nivel de autoexigencia y cuenta con una mayor autoestima«, apunta la experta en grafología.
Sobre la actual firma del monarca, Arnás descubre el lado protector de este. La clave está en la inicial de su nombre, la F, con la que este «hace un techo que protege el nombre«. «Es un defensor tanto consigo mismo como con los suyos«, explica.
De esta firma también se descubre a una persona «planificadora y ordenada«, algo que se intuye a través de lo que Macarena llama «rúbrica por adelantado«, y que consiste en escribir primero la inicial y luego el resto del nombre. Esto es algo que también ha heredado su primogénita, la princesa Leonor.