Es el caso de La Voz, el concurso que actualmente se emite en Antena 3. Algunas voces que triunfaron en este concurso han logrado labrarse sus carreras en la industria y, con el tiempo, convertirse en parte del programa desde el otro lado: el sillón de los coaches y las sillas de los asesores. Es el caso de Álvaro de Luna, que en esta última edición ha estado acompañando a Pablo López como asesor.
Al verle ahí es inevitable recordar cuando este pisaba el escenario como concursante hace unos años. En su paso por el programa este formó parte del equipo de Pablo López, llegando hasta las Batallas. Aunque no logró ganar la edición, Álvaro de Luna se convirtió en un ejemplo de que ganar no es garantía de nada, ni siquiera para hacerse un hueco en el mundo de la música. Tras su paso por La Voz su proyecto con Sinsinati alcanzó gran notoriedad, para después lanzarse a la aventura en solitario.
El que sí ganó su edición fue Antonio José. Aunque el de Palma del Río ya era conocido desde pequeño por su participación en diversos concursos de talentos infantiles (incluso llegó a representar a España en Eurovisión Junior con su Te traigo flores), fue entonces cuando, ya siendo adulto, comenzó a trabajar en un proyecto musical sólido.
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