Estamos hartos de escuchar las bondades de los productos frescos frente a los congelados, de los que en la mayoría de los casos, asumimos que tienen menos propiedades. Sin embargo, los alimentos congelados, en la mayoría de los casos, no pierden propiedades.
Hace unos meses el Ministerio de Sanidad desmentía en su web el mito de que los alimentos congelados son menos saludables que los frescos. Según recuerda el organismo en su web Estilos de Vida Saludable, «el proceso de congelación no altera las cualidades de los alimentos, por lo que la carne o el pescado congelado tendrá las mismas propiedades que su versión fresca».
Con respecto a las verduras congeladas explicaba que la proporción de vitaminas que estas tienen después del cocinado es similar a la que puedan tener las verduras frescas. Y es que las frutas y verduras congeladas, si se congelan poco después de recolectarlos, mantienen la mayoría de sus nutrientes y pueden ser incluso mejores nutricionalmente que los frescos. Es el caso de las fresas, zanahorias, espinacas, guisantes y brócoli, en los que «los niveles de vitamina C son comparables a los alimentos frescos, y en algunos casos, incluso más altos», explican desde La Razon. Otra ventaja de los productos congelados frente a los frescos es que «la congelación rápida a bajas temperaturas evita la aparición de microorganismos o bacterias así como la oxidación», explican desde el mismo medio .
No hay razón para no comprar alimentos congelados
Tuppers con alimentos congelados en la nevera
La nutricionista Rhiannon Lambert, autora de muchos libros de nutrición, defiende que hay productos congelados que incluso tienen más y mejores propiedades que los frescos. En una entrevista para el Daily Mail explicaba que «conservar a muy bajas temperaturas estas verduras y legumbres ayuda a retener las vitaminas y los antioxidantes«.
Es el caso del brócoli, que congelado tiene más vitamina B2 que fresco, explica y los guisantes congelados tienen casi el mismo nivel de nutrientes que los frescos y son más fáciles de conservar. Lambert añade que verduras como «las espinacas, es también mejor comprarlas congeladas porque conservan la vitamina C y los folatos durante más tiempo, mientras que los pierden rápidamente si se compran frescas y se conservan en casa».
Algo sobre lo que advierte Fatima Hachem, directora de Nutrición de Organización de las Naciones Unidaspara la Alimentación y la Agricultura (FAO), que en declaraciones para la BBC explicaba que: «Las verduras destinadas a ser cocinadas frescas pueden perder parte de su valor nutricional si permanecen mucho tiempo en los estantes», tal y como recogen desde La Vanguardia.
Sobre la carne congelada, la nutricionista explica que, aunque su textura puede cambiar al descongelarla, tiende a mantener un buen perfil nutricional, incluyendo proteínas, hierro y vitaminas del complejo B y de los pescados congelados también asegura que son buena opción, porque mantiene la mayor parte del omega-3 hasta meses después del proceso de congelación.
Así que como explican desde Sanidad, «no existe ninguna razón para no comprar alimentos congelados, ya que esta puede ser una buena forma de tener alimentos saludables siempre a mano«.
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