Desde la web psicologosmadridcapital.com, aluden al psicólogo estadounidense Robert Sternberg, uno de los que más ha estudiado sobre el amor y las relaciones de pareja y precisamente basándose en sus investigaciones explican que hay tres componentes básicos presentes en las relaciones de pareja, algo que se conoce como ‘La Teoría Triangular del Amor de Sternberg’, estos son Intimidad, Pasión y Compromiso.
Y es precisamente cómo se combinen esos tres componentes lo que da lugar a diferentes tipos de relación. Según Sternberg, si solo se da uno de ellos, hay menos probabilidad de que la relación perdure, que si se combinan los tres.
Por ejemplo, si solo hay intimidad, pero no pasión ni compromiso, la relación es de amigos o de cariño, aunque en muchas ocasiones esta pueda evolucionar de la amistad al amor. Suelen ser relaciones perdurables pero sin que haya intención de establecer un compromiso formal.
Si solo hay pasión en la relación, algo típico del comienzo de las relaciones o de relaciones cortas o frugales, esta suele ser de gran intensidad pero de poca profundidad y compromiso.
Y si solo hay compromiso, es decir, han desaparecido la pasión y la intimidad, suele tratarse de parejas que se mantienen por motivos económicos y/o familiares, pero que relamente no comparten intimidad ni hay presencia alguna de la pasión», explican desde la web de expertos.
Es el caso de los solteros que desean seguir siéndolo y no buscan en absoluto la unión romántica con nadie, es decir no se trata solo de no tener pareja, consiste en no esperar tenerla y es que un soltero puede desear tener una relación, en el caso de la agamia no.
Lo explica en 20Minutos la psicóloga de la marca de juguetes eróticos, Diversual, Lucía Jiménez: «se trata de una defensa de la vida sin pareja, aunque las relaciones sexuales y el amor sí se contemplan en esta nueva perspectiva vital. Es más. esta concepción le da prioridad al autoconocimiento y la satisfacción sexual antes que el compromiso emocional o vital con otra persona» .
Y es que según explica para el mismo medio la psicóloga Jessica Prado Prado «hemos pasado de una sociedad tradicional que sufría pánico por «no comprometerse nunca» y en la que se educaba a los niños con el objetivo de «casarse y formar una familia», a una sociedad en la que esto es totalmente secundario y «se prioriza la vida laboral, las metas individuales y las aspiraciones propias».
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