Desde el comienzo de la gala, dirigida por Jorge Javier Vázquez, Adara mostró signos claros de inquietud y desasosiego. En su primera intervención en directo, la joven confesó que estaba lidiando con un intenso miedo que la abrumaba. «Venía con mucha ilusión y me está superando. Tengo miedo y estoy entrando en pánico. Hace muy poco que he estado aquí y siento que no me he recuperado psicológicamente», admitió Adara.
La tensión continuó aumentando a medida que avanzaba la noche. Las cámaras capturaron momentos de extrema vulnerabilidad, donde Adara tuvo que abandonar el set para tratar de calmarse. Durante este breve retiro, recibió el apoyo de Olga Moreno, otra concursante del programa. Entre lágrimas y con una voz que denotaba su angustia, Adara repetía una y otra vez: «No puedo. Me da pánico, me da pánico», haciendo evidente su lucha interna. «Lo pasé muy mal, pero muy mal, muy mal. Me he equivocado, la verdad. Me he equivocado viniendo», reconoció.
La ansiedad de Adara no cesó. Mientras el helicóptero se elevaba, su miedo se volvía más palpable. «No, pero no me tiro. Lo sé, venía con mucha ilusión, pero me ha pasado aquí. Ha sido ver esto, empezar a recordar mi edición, todos los sentimientos y no puedo. Me da pánico, tengo terror a pasarlo así de mal», reiteró, completamente abrumada por la situación.
Cuando llegó el momento de lanzarse al agua, Adara se quedó inmóvil, observando cómo su compañero Bosco Blach se zambullía sin dudar. Ella, sin embargo, no pudo reunir el valor necesario. «No, de verdad. No puedo. De verdad, lo siento muchísimo. Que me perdone la gente que me apoya, mi familia. Lo siento si he decepcionado a alguien, pero no puedo. No puedo, de verdad», dijo, incapaz de contener las lágrimas.
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