Albert Einstein

Las 7 claves de la felicidad, según Albert Einstein

Las reglas del físico para tener una vida mejor

Sandra Escobar

Salud, dinero y amor. Esos son los tres elementos que no deben faltar en nuestra vida para ser felices. Siempre se nos ha dicho que cumpliendo con esos tres requisitos, nos basta y nos sobra. No hace falta más. Pero, ¿de verdad es eso lo que nos hace felices?

Un informe de una consultora francesa concluyó con un estudio publicado en abril de 2023 que el 70% de los españoles se considera ‘feliz’, siendo este el mejor ranking en este ámbito en nuestro país de los último diez años.

Pero esto son solo cifras estimadas que no tienen por qué ser muy representativas. De hecho, si el porcentaje te ha parecido elevado es porque quizá tú no seas de esas personas. Entonces, quizá te haces la pregunta eterna de qué es lo que necesitas tú para ser feliz.

Pues bien, si esta duda te aflige, no te sientas mal, ya que es una reflexión que todos los seres humanos nos hemos hecho alguna vez (o más) en nuestra vida. Incluso las mentes más brillantes de los últimos siglos se lo han replanteado. Como Albert Einstein, por ejemplo.

Las reglas de Einstein para una vida mejor

Además de físico, matemático, ganador del Premio Nobel De Física en 1921 y de ser un científico conocido mundialmente por desarrollar la Teoría de la Relatividad, el alemán también se hacía estas preguntas existencialistas.

Y se las hizo cuando viajó a Japón un año después de ganar el reconocido galardón. Einstein recibió un paquete y, en agradecimiento al repartidor, le entregó unas notas escritas a mano, ya que no tenía monedas. Al dárselas, le sugirió que las conservara porque quizá algún día serían de gran valor.

Y así fue. En esas cartas, escritas de su puño y letra, Albert Einstein plasmó unas particulares reflexiones sobre la felicidad y sobre la vida. De hecho, uno de sus primeros consejos fue llevar una vida humilde y tranquila: «Trae más felicidad que la persecución del éxito y la constante inquietud que implica».

Otra de las claves que escribió en el papel fue más filosófica: «Donde hay una voluntad, hay un camino». Pero estas no son todas las reflexiones que el físico dejó para la posteridad. La mayoría de ellas las escribió en cartas a amigos o colegas y han sigo recogidas en el libro El efecto Einstein.

Estas son las 7 claves o reglas de Albert Einstein para tener una vida mejor y… quién sabe, quizá también para ser más feliz:

  1. Focalízate en lo que de verdad importa. Esta regla procede de las críticas al físico por su aspecto desaliñado y grisáceo en la vestimenta. Pero, como el propio matemático opinaba, este tipo de preocupaciones solo inflan tu carga mental, ocupando un espacio innecesario.
  2. Haz lo que de verdad quieres, incluso si se te da mal. Una curiosidad sobre la vida personal de Einstein, es que adoraba el mar y navegar en él. De hecho, lo solía hacer a menudo, pero no tenía ni idea de cómo manejar un barco.
  3. Ten mentalidad de rompecabezas. De esta reflexión se puede sacar una de sus frases más famosas: «La imaginación es más importante que el conocimiento».
  4. Piensa (largo y tendido) en lo que realmente te fascina. «Si se ha topado con una pregunta que le interesa profundamente, manténgala firme durante años y nunca intente contentarse con la solución de problemas superficiales que prometen un éxito relativamente fácil», dijo el científico en una entrevista.
  5. No dejes que la política de llene de ira o desesperación. En correspondencia con su prima Lina, Einstein dijo: «Sobre política, sin duda, todavía me enfado obedientemente, pero ya no bato las alas, solo erizo mis plumas».
  6. La obediencia ciega a la autoridad es la mayor enemiga de la verdad. El físico alemán siempre abogó por la defensa de los ideales propios y la autocrítica y condenaba lo que él tildaba de «mentes de rebaño» o «locura colectiva».
  7. La ciencia, la verdad y la educación son para todos. He aquí una de las pruebas del pensamiento antirracsita de Einstein, a quien lo tildaron de ser ‘antiamericano’ por sus críticas a algunas de las políticas sociales del Gobierno estadounidense que él consideraba carentes de fundamento.

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