La gran mayoría de separaciones, según expertos, vienen por tres motivos: no llegar a una buena conciliación familiar, una economía agobiante y la falta de comunicación. Si estás aquí, siendo sinceros, es porque tu relación no pasa por un buen momento y estás buscando consejos y trucos para salvarla antes de llegar al punto de tener que ir al juzgado y firmar los papeles del divorcio.
La comunicación es uno de los pilares más importantes en cualquier relación. Hasta ahí todos los tenemos claro. Es importante que no haya secretos, ni miedos y que se cuenten el uno con el otro lo que sienten y cómo se sienten. Cuando hablamos de comunicación fluida no solo nos referimos a expresar lo malo, sino también recordar que aún hay amor, orgullo y ganas de luchar por la relación.
Parte de la solución de un problema es aceptar los errores propios. A menudo, se vuelve complicado superar una crisis con tu pareja porque gana el orgullo de las dos personas y siempre se culpa el uno al otro.
Lo siguiente a aceptar el error es saber pedir perdón. Una palabra tan sencilla de pronunciar, pero tan difícil de afrontar la mayoría de veces. No obstante, cuando uno de los dos es consciente de que ha hecho algo mal y muestra su arrepentimiento, el siguiente paso es encontrar soluciones.
Todos sabemos que cuando llega un año nuevo a nuestras vidas, aprovechamos para hacer esa lista de propósitos y objetivos que queremos cumplir durante el resto de meses. De ahí que sea también importante sentarte con tu pareja y ver las carencias en vuestra relación y ver qué cosas están fallando y solucionarlas.
En relación a los objetivos, es una buena oportunidad para ponerlos en común y ver qué podéis llevar a cabo de manera conjunta y así sentir que os apoyáis y os reconfortáis el uno con el otro.
Las conversaciones incómodas son aquellas de las que cualquier persona huye de ellas. Sin embargo, son igual de necesarias que hablar de las cosas buenas y bonitas de una relación. De ahí que resulte importante hablar de las cosas negativas, poner las opiniones sobre la mesa y ver qué se puede mejorar.
El psicólogo clínico Ernesto Lira hace hincapié en hablar de los temas que puedan llevar consigo una discusión, de no hacerlo es cuando llega el resentimiento.
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