«¡Feliz San Valentín!». Hoy, todos abordaremos a nuestras parejas o amistades con este mensaje, tan insulso como manido. El 14 de febrero, día de los enamorados, es el día oficial de declarar nuestro amor a esa persona o personas especiales, por eso, nuestra felicitación no puede ser como las demás. Hay que saber diferenciarse.
Lorca, Bécquer, Neruda, Cernuda, Miguel Hernández… todos los poetas más conocidos de nuestro país aparecen en esta lista que hemos recopilado desde Cadena Dial para darte ideas de cómo felicitar el día de San Valentín con los mejores poemas de amor. Así que, ya sabes, en lugar de regalar flores o bombones, regala poesía:
Es verdad, Federico García Lorca
¡Ay qué trabajo me cuestaquererte como te quiero!Por tu amor me duele el aire,el corazóny el sombrero.
¿Quién me compraría a mí
este cintillo que tengo
y esta tristeza de hilo
blanco, para hacer pañuelos?
Amor, Claribel Alegría
Todos los que amo
están en ti
y tú
en todo lo que amo.
Algo Sucede, Gloria Fuertes
Algo me pasa que en mi pecho existe.Vuelan hormigas y discurren peces.Suena la sangre y el tambor convoca.Hay un incendio cerca de mi pulso.De nuevo el tigre lanza su mensaje.
Tiene mi cama sed de otra figura.
Contigo, Luis Cernuda
¿Mi tierra?Mi tierra eres tú.¿Mi gente?Mi gente eres tú.El destierro y la muerte
para mí están adonde
no estés tú.
¿Y mi vida?
Dime, mi vida,
¿qué es, si no eres tú?
Rima x, Gustavo Adolfo Bécquer
Los invisibles átomos del aireen derredor palpitan y se inflaman;el cielo se deshace en rayos de oro;la tierra se estremece alborozada;oigo flotando en olas de armonía
rumor de besos y batir de alas; mis párpados se cierran… ¿Qué sucede? –
¡Es el amor que pasa!
Amor, Salvador Novo
Amar es este tímido silencio
cerca de ti, sin que lo sepas,
y recordar tu voz cuando te marchas
y sentir el calor de tu saludo.Amar es aguardarte
como si fueras parte del ocaso,
ni antes ni después, para que estemos solos
entre los juegos y los cuentos
sobre la tierra seca.
Amor eterno, de Gustavo Adolfo Bécquer
Podrá nublarse el sol eternamente;
Podrá secarse en un instante el mar;
Podrá romperse el eje de la Tierra
Como un débil cristal.¡Todo sucederá! Podrá la muerte
Cubrirme con su fúnebre crespón;
Pero jamás en mí podrá apagarse
La llama de tu amor.
Cuando llegues a amar, Rubén Darío
Cuando llegues a amar, si no has amado,
sabrás que en este mundo
es el dolor más grande y más profundo
ser a un tiempo feliz y desgraciado.Corolario: el amor es un abismo
de luz y sombra, poesía y prosa,
y en donde se hace la más cara cosa
que es reír y llorar a un tiempo mismo.Lo peor, lo más terrible,
es que vivir sin él es imposible.
Dime si molesto, Blanca Varela
Dime si molesto,dijo él al entrar,porque me marcho inmediatamente.
No solo molestas,
contesté,
pones patas arriba toda mi existencia.
Bienvenido.
Nos faltó bailar, Miguel Gane
La primera noche me dijiste que volar es de valientes
y a estas alturas no voy a dejarte sin alas
porque lo que más amo de ti
es tu libertad.
Veinte poemas de amor y una canción desesperada, Pablo Neruda
Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Escribir, por ejemplo: «La noche está estrellada,
y tiritan, azules, los astros, a lo lejos».
El viento de la noche gira en el cielo y canta.
Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Yo la quise, y a veces ella también me quiso.
En las noches como ésta la tuve entre mis brazos.
La besé tantas veces bajo el cielo infinito.
Ella me quiso, a veces yo también la quería.
Cómo no haber amado sus grandes ojos fijos.
Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Pensar que no la tengo. Sentir que la he perdido.
Oír la noche inmensa, más inmensa sin ella.
Y el verso cae al alma como al pasto el rocío.
Qué importa que mi amor no pudiera guardarla.
La noche está estrellada y ella no está conmigo.
Hay ojos que sueñan, Miguel de Unamuno
Hay ojos que miran, -hay ojos que sueñan,
hay ojos que llaman, -hay ojos que esperan,
hay ojos que ríen -risa placentera,
hay ojos que lloran -con llanto de pena,
unos hacia adentro -otros hacia fuera.Son como las flores -que cría la tierra.
Mas tus ojos verdes, -mi eterna Teresa,
los que están haciendo -tu mano de hierba,
me miran, me sueñan, -me llaman, me esperan,
me ríen rientes -risa placentera,
me lloran llorosos -con llanto de pena,
desde tierra adentro, -desde tierra afuera.En tus ojos nazco, -tus ojos me crean,
vivo yo en tus ojos -el sol de mi esfera,
en tus ojos muero, -mi casa y vereda,
tus ojos mi tumba, -tus ojos mi tierra.
Poema XVI, Pablo Neruda
No te quiero sino porque te quiero
y de quererte a no quererte llego
y de esperarte cuando no te espero
pasa mi corazón del frío al fuego.Te quiero sólo porque a ti te quiero,
te odio sin fin, y odiándote te ruego,
y la medida de mi amor viajero
es no verte y amarte como un ciego.Tal vez consumirá la luz de enero,
su rayo cruel, mi corazón entero,
robándome la llave del sosiego.En esta historia sólo yo me muero
y moriré de amor porque te quiero,
porque te quiero, amor, a sangre y fuego.
Hagamos un trato, Mario Benedetti
Compañera
usted sabe
puede contar
conmigo
no hasta dos
o hasta diez
sino contar
conmigosi alguna vez
advierte
que la miro a los ojos
y una veta de amor
reconoce en los míos
no alerte sus fusiles
ni piense qué delirio
a pesar de la veta
o tal vez porque existe
usted puede contar
conmigosi otras veces
me encuentra
huraño sin motivo
no piense qué flojera
igual puede contar
conmigopero hagamos un trato
yo quisiera contar
con usted
es tan lindo
saber que usted existe
uno se siente vivo
y cuando digo esto
quiero decir contar
aunque sea hasta dos
aunque sea hasta cinco
no ya para que acuda
presurosa en mi auxilio
sino para saber
a ciencia cierta
que usted sabe que puede
contar conmigo.
Rupi Kaur
No quiero tenertepara llenar las partes vacías que hay en mí,
quiero estar llena por mí misma.
Quiero estar tan completa
que pueda iluminar una ciudad entera
y luego quiero tenerte
porque nosotros dos
combinados
podemos prenderle fuego.
El amenazado, Jorge Luis Borges
Es el amor. Tendré que ocultarme o que huir.
Crecen los muros de su cárcel, como en un sueño atroz.
La hermosa máscara ha cambiado, pero como siempre es la única.
¿De qué me servirán mis talismanes: el ejercicio de las letras,
la vaga erudición, el aprendizaje de las palabras que usó el áspero Norte para cantar sus mares y sus espadas,
la serena amistad, las galerías de la biblioteca, las cosas comunes,
los hábitos, el joven amor de mi madre, la sombra militar de mis muertos, la noche intemporal, el sabor del sueño?
Estar contigo o no estar contigo es la medida de mi tiempo.
Ya el cántaro se quiebra sobre la fuente, ya el hombre se
levanta a la voz del ave, ya se han oscurecido los que miran por las ventanas, pero la sombra no ha traído la paz.
Es, ya lo sé, el amor: la ansiedad y el alivio de oír tu voz, la espera y la memoria, el horror de vivir en lo sucesivo.
Es el amor con sus mitologías, con sus pequeñas magias inútiles.
Hay una esquina por la que no me atrevo a pasar.
Ya los ejércitos me cercan, las hordas.
(Esta habitación es irreal; ella no la ha visto.)
El nombre de una mujer me delata.
Me duele una mujer en todo el cuerpo.
Mis ojos sin tus ojos, no son ojos; Miguel Hernández
Mis ojos, sin tus ojos, no son ojos,
que son dos hormigueros solitarios,
y son mis manos sin las tuyas varios
intratables espinos a manojos…No me encuentro los labios sin tus rojos,
que me llenan de dulces campanarios,
sin ti mis pensamientos son calvarios
criando nardos y agostando hinojos.No sé qué es de mi oreja sin tu acento,
ni hacia qué polo yerro sin tu estrella,
y mi voz sin tu trato se afemina.
Los olores persigo de tu viento
y la olvidada imagen de tu huella,
que en ti principia, amor, y en mí termina.
Cúbreme, amor; Rafael Alberti
Cúbreme, amor, el cielo de la boca
con esa arrebatada espuma extrema,
que es jazmín del que sabe y del que quema,
brotado en punta de coral de roca.Alóquemelo, amor, su sal, aloca
Tu lancinante aguda flor suprema,
Doblando su furor en la diadema
del mordiente clavel que la desboca.¡Oh ceñido fluir, amor, oh bello
borbotar temperado de la nieve
por tan estrecha gruta en carne viva,
para mirar cómo tu fino cuello
se te resbala, amor, y se te llueve
de jazmines y estrellas de saliva!
De solo imaginarme, Alice Lardé de Venturino
De sólo imaginarme que tu boca
pueda juntarse con la mía, siento
que una angustia secreta me sofoca,
y en ansias de ternura me atormento…El alma se me vuelve toda oído;
el cuerpo se me torna todo llama
y se me agita de amores encendido,
mientras todo mi espíritu te llama.Y después no comprendo, en la locura,
de este sueño de amor a que me entrego;
si es que corre en mis venas sangre pura,
o si en vez de la sangre corre fuego…
Presente simple, Pedro Salinas
Ni recuerdos ni presagios:
sólo presente, cantando.
Ni silencio, ni palabras:
tu voz, sólo, sólo, hablándome.
Ni manos ni labios:
tan solo dos cuerpos,
a lo lejos, separados.
Ni luz ni tiniebla,
ni ojos ni mirada:
visión, la visión del alma.
Y por fin, por fin,
ni goce ni pena,
ni cielo ni tierra,
ni arriba ni abajo,
ni vida ni muerte, nada
sólo el amor, sólo amando.
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