Así que si eres de los que te guardas las vueltas sin ni siquiera mirarlas esta «regla de los cinco puntos», que así la han llamado, te va a venir muy bien. El primer de ellos se refiere a comprobar que la moneda que entregamos es de euro y no de un país que no pertenezca al eurositema, «en todas las monedas de Euro, en una de sus caras, la cara común, aparece el número con el valor de la moneda y la palabra euro o eurocent y el mapa de Europa…Y en la otra cara, la cara nacional, aparecen en el centro el año de la acuñación y una imagen que identifica al país emisor rodeados por las 12 estrellas de la bandera europea en la parte externa de la moneda», explican desde el organismo.
Lo siguiente a lo que se refieren es a algo que llaman el alineamiento o lo que es igual que al sostener la moneda entre dos dedos y girarla sobre si mima las imágenes de ambas caras estén «correctamente alineadas en sentido vertical. Es lo que se denomina el ‘giro moneda'», explican.
Respecto a la concordancia explican, «Fíjate en el diseño del mapa de Europa de la cara común. A partir de 2007 el diseño cambió ligeramente para incluir a todo el continente europeo y no solo a los países de la UE como en el diseño inicial. Por tanto, si una moneda tiene año de acuñación posterior a 2007 debemos buscar el mapa de Europa completo.»
Con el término magnetismo se refieren a las monedas de uno y dos euros que tal y como apuntan desde huffingtonpost.es, son ligeramente magnéticas, pero solamente en el centro. Para comprobarlo instan a usar un imán pequeño y acercarlo al centro de la moneda que deberá pegarse, aunque si la sacudimos ligeramente se despegará del imán. Y matizan que «las monedas de uno dos y cinco céntimos son fuertemente magnéticas y no se despegan del imán mientras que las de 10, 20 y 50 céntimos no son magnéticas en absoluto».
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