Otra de las conclusiones de la investigación es que el número de espermatozoides se ha reducido desde hace cincuenta años en casi un cincuenta por ciento. Algo que según los científicos es debido a factores que tienen que ver con los hábitos de vida, como la dieta, el consumo de alcohol, el estrés y el tabaquismo, además de factores ambientales como el uso de pesticidas o la radiación.
Aunque es cierto que en lo que se refiere a movilidad y morfología, los investigadores no han encontrado evidencias de que el uso de móviles afecte a estos parámetros. Y es que » la calidad del semen está determinada por la evaluación de parámetros como la concentración de espermatozoides, el recuento total y su movilidad», explican desde cadenaser.com.
Los participantes en el estudio, 2.886 hombres suizos, de entre 18 y 22 años, que fueron reclutados entre 2005 y 2018 en seis centros militares, completaron un cuestionario sobre sus hábitos de vida, su salud y la frecuencia con la que usaban su teléfono y donde lo guardaban cuando no lo utilizaban.
Los datos revelaron «una asociación entre el uso frecuente y una menor concentración de esperma…una disminución del 21 % en la concentración de esperma para los usuarios frecuentes (más de 20 veces por día) en comparación con los usuarios poco frecuentes (1 vez diaria)», explican desde el mismo medio.
El estudio sirvió también para detectar que el 4G es menos peligroso en este sentido ya que esta asociación fue más pronunciada entre 2005 y 2007 y bajó de manera gradual entre 2008-2011 y 2012-2018, que son los periodos que corresponden «a la transición de 2G a 3G y luego de 3G a 4G, que ha provocado una reducción de la potencia de transmisión de los teléfonos», explica Martin RÖÖsli, profesor asociado de la TPH suiza.
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