Su último álbum, Placeres y Pecados, es un reflejo de su evolución como artista. Un proyecto que no solo es una colección de canciones, sino un viaje a través de las emociones en su forma más pura. En palabras de Martín, el disco es «un sonido actual, diverso, puro y salvaje», donde las historias se cuentan sin aderezos. La dualidad entre el placer y el pecado es el núcleo temático, y Martín revela que esta dicotomía es una parte fundamental de la vida, donde ambas facetas coexisten en perfecto equilibrio.
Al hablar de sus placeres, la artista asegura ser una disfrutona que busca vivir y gozar cada momento de la vida. Desde exprimir cada minuto hasta celebrar los logros, Martín es apasionada por aprovechar lo que la vida le ofrece. Además, comparte también sus pecados, esos momentos en los que deja de apreciar la suerte que tiene. Esta franqueza y autoconciencia sobre las complejidades de la vida añaden un toque más profundo aún a su música.
En un mundo donde las canciones de despecho y rabia son cada vez más comunes, Vanesa destaca por su enfoque en la añoranza de los buenos momentos en lugar de la venganza. Durante la charla explicó que nunca entendió ni entenderá la venganza, especialmente hacia alguien que ha compartido una relación significativa en su vida. En lugar de enemistades, habla de la elegancia y la compasión en el proceso de desenamorarse.
«No podemos exigir que nos quieran. No siempre estamos preparados para querer como se espera. Hay personas que automáticamente entonan ese ‘o estás conmigo o contra mí’. Me parece demoledor, vacío, primitivo, cruel y habla más de quien se comporta así que de quien se marcha de la relación. Desenamorarte de alguien no es una guerra» eran las apalabras con las que concluía la malagueña su reflexión sobre cómo tomarse el fin de las relaciones amorosas.
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