Las redes sociales no paran de regalar a sus usuarios historias emocionantes y llenas de aprendizaje. La última que salió en este final del verano de 2023 está protagonizada por una pareja que se negó a denunciar al restaurante en el que se intoxicó.
«Nos empezamos a poner rojos a manchas y tuvimos que correr a urgencias», relatan tras haber comido atún. Y, en vez de tomar la decisión más drástica, decidieron actuar de otra manera: visitando de nuevo el establecimiento.
Cuando la pareja llegó al restaurante, «nos encontramos a la dueña que llevaba trabajando ahí media vida». «Cuando se lo dijimos la pobre mujer se puso a temblar, se tuvo que sentar, se le caían las lágrimas y me tocaba los brazos y me decía: ‘menos mal que estás aquí, menos mal que estás bien».
Tras conocerla, decidieron volver. Sin embargo, esta vez como comensales de nuevo. Tras una cena «estupenda», se llevaron una sorpresa: «Nos ha dicho que lo mínimo que podía hacer era no cobrarnos y que esto nos podría haber perjudicado a nosotros a futuro como también le podría haber perjudicado a ella a futuro».
@esmipsicologa♬ sonido original – Elizabeth Clapés
«Sabemos que ha sido un error humano y no podemos estar más orgullosos de no haber tomado ninguna medida drástica», aseguran en este vídeo que se ha hecho viral.
«Es importante que antes de decidir por la rabia pensemos que lo que para nosotros es una queja o un simple restaurante, para otra persona es el negocio con el que lleva comiendo toda su familia media vida o vete a saber cuántas familias más», concluyen.
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